Hablar de la mujer no es ninguna novedad, pero encontrarnos con un libro que hace un recorrido histórico por las principales conquistas femeninas bajo la lupa del Psicoanálisis, sí. Este siglo es el siglo de la mujer, no cabe duda, muchas mujeres han luchado durante décadas para alcanzar otro lugar en nuestra sociedad, un lugar más allá de la familia, donde además de madre y esposa, pueda ser sujeto de sus propios deseos. No se lo han puestos fácil ni tampoco lo es mantener las conquistas alcanzadas, queda mucho camino por recorrer. Aún la mujer desconoce las propias barreras que en ella misma actúan a modo de freno en su liberación del yugo de una moral obsoleta que no la tiene en cuenta.
No es una propuesta meramente descriptiva la que hace esta publicación, en la que han participado 14 mujeres, sino que propone a hombres y mujeres un trabajo constante en la construcción de lo femenino y lo masculino no como consecuencias de lo biológico, sino como posiciones frente al deseo, donde ser hombre o ser mujer no viene dado de antemano. Propuesta donde más que luchar por la igualdad de hombres y mujeres, se luche por la aceptación de las diferencias entre todos y cada uno de los sujetos, masculinos y femeninos, que conforman la sociedad, en tanto no existe La Mujer, porque no es posible encontrar un prototipo que la defina, Ella son ellas, diferentes entre sí, semejantes entre sí, sujetos y no sólo objetos de la enunciación. Luchar por la igualdad de oportunidades, por la igualdad de salario. Sociedad justa donde el trabajo sea un don que nos permita nuestra construcción como humanos, en la que queda incluida la sexualidad, la familia, la creación.
Cuando nos obstaculizamos o nos obstaculizan el acceso a una economía propia, un salario justo, el acceso a la ciencia y a la creación, estamos y están alimentando una sociedad enferma que fomenta la represión sexual e intelectual, que no tiene en cuenta la valía de sus integrantes y que nada sabe del deseo humano. Las instituciones feministas se equivocaron en tanto, muchas, lucharon contra el hombre considerándolo máximo obstáculo en el camino de liberación femenina, pero no tuvieron en cuenta que las principales trabas son las ideológicas, de los que ellos también son víctimas. Ideología que se transmite de madres a hijos, ideología que actúa en nosotros de un modo inconsciente y que vemos cristalizar en situaciones donde ella abandona su libertad por la familia, ella se somete como objeto al deseo del varón y enloquece ante la posibilidad de disponer de una economía propia, verdadera libertad.
Confundidos en la idea de que los problemas de libertad sexual se curaban con sexo, la promiscuidad, la mujer siguió alejándose del verdadero camino que da acceso a una vida propia, la palabra, genuina sexualidad humana, camino hacia el goce. Los pactos sociales nos liberan de nosotros mismos . Podemos equiparar, entonces, libertad sexual con el concepto de salud que maneja el Psicoanálisis: capacidad de amar y trabajar.
La mujer tiene que formular su propia tesis de cómo se debe vivir, cómo se debe trabajar y qué se debe hacer con el producto del trabajo, porque ella es la única que puede revolucionar el sentido. Tiene que dejar de ser un objeto de deseo y convertirse en un sujeto deseante. Sin trabajo, sin escritura, sin sexualidad, sin palabra no habrá revolución posible para la mujer.
Les invito a la lectura de este libro, La mujer del siglo XXI. Una aproximación psicoanalítica, publicado por la Editorial Grupo Cero, que no les dejará indiferentes y que sumará su granito de arena a la producción de esa mujer que todos esperamos.
Presentación del libro:
Jueves 12 de julio a las 19:30 horas en la Sala Ámbito Cultural de Málaga.
Están invitados/as.