EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) desde su constante “preocupación” por el futuro y por el “bienestar” de los trabajadores ha elaborado un documento en el cual propone que se coticen 40 o 50 años para poder percibir el cien por cien de la pensión y ampliar a todos los años de la vida laboral la base de cotización para calcular la pensión de jubilación. Actualmente se precisa tener 35 años de cotización y la base para calcular la pensión se concreta en los últimos quince años de cotización y que la edad de jubilación se cumpla estando en activo. Si se tiene en cuenta la vida laboral, la base para la pensión será sin duda más baja que la que pueda resultar con la normativa actual.
Visto lo anterior solo nos queda analizar las “ventajas” que tiene la propuesta de la CEOE. Suponiendo que se tengan que cotizar 40 años, si reunir los 35 que se exigen en la actualidad y retirarse en activo ya está siendo problemático para muchos trabajadores, no digamos de los 40. Si se adopta la de que se coticen cincuenta años nos encontraremos con que reunirlos será imposible. Con el actual sistema de jubilación a los 65 años y teniendo en cuenta que un trabajador no puede ser dado de alta hasta cumplidos los 16 años, nos encontramos con que para reunir esos 50 años de cotización tendrá que jubilarse a los 66 años, o sea que se pasa de los 65, eso sin perder de cotizar ni un solo año cosa más que difícil con el actual sistema de contratación, lo cual nos deja muy claro que esa intención de que hay de alargar la edad de jubilación hasta los 67 años tiene posibilidades de salir adelante. Depende del Gobierno.
Los que lo tienen “crudo” son los universitarios. Normalmente todos terminan sus estudios con veintitantos años, lo cual, salvo contadas excepciones, imposibilita el que puedan ser dados de alta en la Seguridad Social a los 16 años para poder cubrir el cupo de los 50, pero es que el de los 40 tampoco les va a alcanzar con lo cual todos estos que vayan despidiéndose de ser alguna vez pensionistas si el contenido del documento de la CEOE sale adelante. El ministro de Trabajo ha declarado que no vería mal que la base reguladora para la pensión se obtuviera teniendo en cuenta los últimos 20 años cotizados. La cuestión es abaratar la pensión.
Desde luego esta declaración de deseos, o de intenciones, de la CEOE pone de manifiesto el enorme “afecto” que la gran patronal siente por los obreros, por sus obreros, por aquellos que les prestan su esfuerzo para que muchos de ellos ganen dinero a espuertas a cambio de un salario cada vez más bajo y cuestionado por los representantes de los empresarios. Dos cosas se exigen para que una empresa sea económicamente rentable: Contar con una dirección con capacidad de gestión y una mano de obra competente y responsable de su trabajo. Si lo primero es importante lo segundo no lo es menos.
En cualquier caso hay que agradecer a la CEOE el que no haya propuesto que la edad de jubilación se fije a partir de que el trabajador muera a pie de obra o de máquina. Ante este tipo de propuestas, o de “estudios”, uno se pregunta por qué hay en el sector empresarial y sobre todo en las asociaciones en que están encuadrados, gente que da la impresión, lamentablemente real, de que odian a los trabajadores y que parece ser que añoran esos años en que los obreros laboraban de sol a sol por un puñado de sal.