Sociopolítica

¿Á‰LITES: QUÁ‰ Á‰LITES?

La palabra con la que titulo y otras muchas más; ya no significan lo que debieran por cuanto han sido prostituidas o tan vaciadas de contenido, que ni se aproximan a lo que en nuestro riquísimo idioma afirman. Á‰lite según el DRAE, significa «minoría selecta o rectora». Selecto, significa «mejor entre las cosas de su especie». Y  Rector; significa, «que rige o gobierna». Y «gobierno», se supone es gobernar bien por cuanto lo contrario sería «desgobierno». Así pues; yo entiendo que «élite», debe ser un ejemplo a seguir en todo lo positivo que marque ese individuo al que se le designa perteneciente a esa especie privilegiada (o que se ha forjado a sí misma mediante ímprobos esfuerzos) y que debe marcar el rumbo positivo en cualquier actividad humana. ¿Pero qué es lo que está ocurriendo? ¿Tenemos élites y si las tenemos, por qué la sociedad está cada vez más corrompida y va en un retroceso tan notorio? ¿Qué es lo que está pasado?: Veamos.

Lo primero y principal es que los que llegan a gobernar o a dirigir algo de importancia general, no son pertenecientes a ninguna élite; eso de lo claro que está no creo merezca discutirlo. Al contrario, los que llegan son como si dijéramos… «una especie de carcoma, plaga, virus o algo similar»; y que llegan a donde llegan, sobre la base de minar, destruir, arrasar todo lo que se les opone y por descontado; medrar todo lo necesario para ir escalando  y derribando todo y sin escrúpulo alguno, la mayoría de ellos… ¿qué hay excepciones? Sean estas la excepción, puesto que ya digo, si de verdad fuésemos gobernados o dirigidos por las élites, este mundo sería otra cosa muy diferente a lo que hoy es en realidad.

Las verdaderas élites, lo serían demostrando el que «nadie es perfecto e imprescindible» y por tanto, como tales; de lo primero que se preocuparían es de ir dejando escuela y por tanto preparando todo lo mejor posible a los que inexorablemente les tendrían que relevar o sustituir en el futuro, dándoles paso de inmediato y cediéndoles el puesto; y de ello no vemos nada o casi nada.

Según el profesor de psicología social de la Universidad Autónoma de Madrid; D. José Fernández Dols; «hasta principios del siglo XX había tres clases de élites (la financiera, la militar y la política) a la que, iniciado el siglo,  se sumó una cuarta instigada por Hollywood, «la de las estrellas».

Si ello es así como afirma este estudioso; podemos estar seguros que luego se les añadió, la infinidad de destacados (en la fama y el dinero) en los mil espectáculos de masas que han sido creados posteriormente y que enumerarlos no ha lugar por lo abundantes; pero la mayoría han sido y siguen siendo, como si dijéramos… «teas luminosas» de la época que rara vez llega a más de unos pocos años y que son consumidas por otras teas similares que hay que ir creando para entontecer a las masas, mientras se las entretiene en esas luces de bengala que nada aportan de positivo a la sociedad, sino que muy al contrario destruyen a una gran parte de ella, por cuanto al quererlos emular se consumen en la impotencia, con lo que todo ello arrastra para el porvenir de millones y millones de ilusos. De las tres primeras, mejor ni hablar, por la cantidad de guerras, ruinas y devastaciones que han realizado y siguen realizando en la actualidad; cuya culminación es «lo que hoy tenemos encima y que resume la palabra crisis»… pero ojo… es crisis de todo, no sólo de lo material.

El resultado final es el que padecemos y cada vez como una plaga mayor y más perniciosa. Todo el mundo o la mayoría, sólo sueña y quiere… «fama y dinero»; para ello están dispuestos a hacer «lo que se presente», puesto que y lo estamos viendo; esas falsas élites tienen en gran cantidad, unas ansias de dinero y poder; una serie de escándalos, desenfrenos, formas insanas de vivir, e incluso muchos de ellos degeneran de múltiples formas y maneras, de las que muchas de ellas (no de todas puesto que habrán mucho oculto) nos enteramos por los continuos escándalos, incluso delictivos que aparecen cada día en los noticieros que se encargan de desvelarnos las miserias humanas… «y en los grandes y como corresponde a su grandeza, sus miserias son también grandes».

¿Qué porvenir les esperan a los que viven la juventud o la van a empezar a vivir pronto? Tristemente un suma y sigue similar al que estamos viendo. Los que gobiernan (que su ejemplo es demoledor por lo nefasto) ni se plantean en regenerarse ellos mismos, ¿cómo van a plantearse el ir creando unas verdaderas escuelas para que mediante decantación lógica, se fuesen creando esas élites que necesita la sociedad para de verdad progresar con firmeza o plena seguridad?

Por todo ello, el porvenir es «bastante obscuro» o quizá hasta muy negro.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.