La realidad socioeconómica nos está llevando a una crisis, que en realidad es en sí misma por encima de cualquier otra cosa una crisis de valores. Se sintetiza desde mi punto de vista en ello, y desde mi punto de vista en ello se fundamenta.Debemos de cambiar los esquemas de nuestra vida hacia el sacrificio por el bien común; cosa que todo el mundo entiende mientras ese común no sea el suyo.La sociedad de hoy nunca estuvo tan marcadamente diferenciada; a mi ver en cinco realidades sociales:
* Los grandes holding, dueños y violadores del mundo. Pocos pero dominadores y señores de la economía y la política mundial… y atesoradores de toda la riqueza y despilfarradores de todas las vanidades. Inalcanzables e inmutables ante el asedio individual.
* Los pequeños y medianos empresarios auténticos dinamizadores y sostenedores del entramado social, entre los que también pueden existir grandes diferencias dependiendo de la logística y segmento al que dirigen su actividad, pero todos metidos en el mismo paquete:-¡Oye por qué no te independizas!-¡Qué dices chico, el banco no me presta el dinero si no hipoteco mi casa y la de mis padres como avalistas! Imagínate que no me va bien y tengo que estar de sol a sol y no puedo cubrir gastos ¡Que va! prefiero trabajar para otro, un sueldo fijo, algo saldrá para ir tirando sin dolores de cabeza.Bien , los pequeños empresarios , son los que han olvidado todas estas comodidades sin pensar en ningún momento que su patrimonio y su esfuerzo, se quedaría empeñado a su vez por los arriba pensantes, que una vez agarrados a su puesto de trabajo y acomodados en él, les traería sin cuidado si su productividad cubre la parte proporcional de sus propios costes ( olvidemos ya los legítimos beneficios del dador de empleo) acogiéndose a convenios colectivos fundamentados en la rentabilidad de los holding y que gravan de una manera insostenible la viabilidad de continuación de estos puestos de trabajo, circunstancia que no les preocupa en absoluto a la espera de ver cuanto recogen en el desguace del “explotador” atrevido , que se va a quedar sin lo expuesto. Pues son conscientes de que chuparan toda la sangre, porque están, hasta que solo quede cadáver que descuartizar. A fuerza de no hacer, el día que tienen posibilidad de rendir lo que se deberían considerar las expectativas lógicas, se estresan .Ellos descuartizarán y apropiarán del cadáver, que como ciudadano de quinta no tendrá derecho ni al entierro.
* Los tomadores de empleo, a los que todo les corresponde por derechos, a poder ser desconociendo los deberes. Miradores individuales de su propio ombligo, todos ellos esclavos de su deber desconocido u obviado. Que mantienen una actitud bien diferenciada si se sienten controlados o no. Estos no están dispuestos a perder ni ceder de lo suyo ni un ápice, pues según sus propios valores son los más sacrificados. Así que si no se comen al empresario tendrá que darles carnaza el gobierno; y por supuesto son mayoría. Demagogos de lo que no están dispuestos a hacer , que es ni más ni menos tirar de su propia vida aportando trabajo a otros a sus expensas.
*Los que no han trabajado nunca ni piensan trabajar y mantenemos entre todos los anteriores como premio a su esfuerzo en la búsqueda por sentirse útiles.·
* Finalmente los pensionistas, que reciben al tenor de lo que han aportado y ya tienen toda una vida pagada para que eso se respete. De este grupo como agravio sangrante quiero destacar la viudedad; si el que queda viudo es el hombre y su esposa tiene pensión, le quedará íntegra; en cambio si la que queda viuda es la mujer le quedará tan solo el 55% se ve que las mujeres comen menos y no necesitan energías, ni vestido, ni tienen las mismas necesidades ni obligaciones sociales que los hombres. Si a esto añadimos que de los actuales pensionistas poquísimas mujeres han sido trabajadoras, habiéndose quedado como era costumbre en su época como madres y criadas de su hogar…
De esa forma se encuentran cientos de miles de viudas de cotizantes de toda una vida subsistiendo con menos de 450 € al mes, pero son “pocos” en el computo estadístico y demasiados en el computo presupuestario.
No se puede GENERALIZAR no sería justo, pero son demasiados los que encajan en estos patrones y por eso, los que sí y los que no, nos encontramos en el embudo que tuvo mucha boca para entrar y ahora la tiene mínima para salir; por lo que dentro de él nos pisaremos unos a otros como auténticos depredadores y ¡Sálvese quién pueda!
Estos patrones son los que hay que romper. No es normal que llames a una empresa de limpieza para que te limpie unas horas, en el caso de que no sea una particular sin coberturas , controlando y exigiendo el rendimiento y la perfección, hasta en el último rincón, de quién te sirve ¡Que para eso pagas!… y tú en tu puesto de trabajo no te exijas a ti mismo idéntica dedicación. No es normal que pierdas tiempo leyendo el periódico, haciendo corrillos entre compañeros, hablando personales asuntos por teléfono o fumando cada treinta minutos un cigarrillo.El trabajo es germánico cosa que no entienden los españoles. Es labor de todas las piezas que la maquinaria funcione, no solo de la cabeza.
Hay que levantar una economía, sin que haya una “guerra” ¿O es que hay que hacer una guerra y después levantar la postguerra? La única diferencia estará en los muertos ¿Acaso tiene que morir alguien para aprender a repartir mejor? ¿Más consecuentemente? Después de una “guerra” , solo queda desolación , hambre y necesidad, PARA TODOS. No es mejor cambiar un poco los esquemas y conseguir que la máquina no pare de funcionar. Cuando algo desaparece es prácticamente imposible que resurja. ¿Dónde nos agarraremos cuándo no quede bastante más que para los primeros de la lista. La mayoría pasemos a engrosar los cuartos y no tengamos posibilidad alguna de ser algún día los quintos?
En estos momentos he estado viendo un reportaje sobre los Zaballeen, y me doy cuenta de que todo son mundos dentro de mundos. Como una inmensa matrioska en la que siempre es necesaria una mayor para acoger a la que acoge a la que a su vez está acogiendo.