Hay momentos en que uno no sabe si los políticos del Partido Popular hablan en serio o están desvariando o bromeando, lo que sí es cierto es que con sus incontinencias verbales lo que están provocando es el que los ciudadanos se lo tomen a cachondeo.
Las últimas manifestaciones de Esperanza Aguirre y de Jaime Mayor Oreja, no tienen desperdicio y son merecedoras de que la gente les falte al respeto. Como es sabido la presidenta de la Comunidad de Madrid y heroína de Bombay, sufrió una especie de violación del portón del palacete donde habita, que dicho sea de paso está custodiado por la guardia civil que detuvo a los dos “asaltantes” que según ha manifestado la policía eran dos hinchas del Real Madrid que después del partido del martes día 18 se hallaban en estado de embriaguez por lo que fueron puestos en libertad después de tomarles declaración, por cierto la presidenta dijo que este requisito, el de tomar declaración, no se había llevado a afecto. A raíz de este incidente Esperanza Aguirre ha pedido la dimisión de la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, sabido es lo dada que es a pedir dimisiones la presidenta y no iba a desaprovechar esta ocasión para hacerlo. De esta forma de actuar, en este caso concreto, deben tomar nota los ciudadanos para que cuando sufran algún incidente de este tipo en su vivienda no vayan a la policía sino que de inmediato pidan la dimisión del ministro del Interior. Así es como se solucionan las cosas. La verdad es que con esta actitud de Esperanza Aguirre mucho me temo que si algún día anda algo estreñida pida por ello la dimisión de la ministra o ministro de Sanidad. Todo se andará.
En cuanto a Jaime Mayor Oreja, la verdad es que me preocupa este hombre. Creo que sus más allegados deberían convencerle para que le viera un buen médico ya que no es normal su proceder. A las muchas frases incoherentes que ha dicho en relación con ETA y el Gobierno ahora se añade la última, bueno la última no, me temo que en el futuro habrá más. En mi opinión este señor sufre manía persecutoria y está obsesionado con ETA, su última manifestación al respecto ha sido la de afirmar que “el Gobierno y ETA tienen un proyecto para evitar que el PP pueda gobernar”. Yo no sé donde se golpeó en su reciente caída de la bicicleta pero me da la impresión de que fue en la cabeza de otro modo no se explica esta especie de desvarío. Así es como veo yo los motivos de las salidas de tono de Mayor Oreja, porque la verdad es que por mucho que uno se esfuerce no le encuentra un razonamiento lógico a sus continuas denuncias sobre la connivencia, según él, de ETA y el Gobierno. Para colmo de sus diatribas va ETA y anuncia el cese de la violencia. ¿Será a esto a lo que se refiere Mayor Oreja, cuando habla del proyecto entre ETA y Gobierno para que no gobierne el PP, por si los votantes reconocen los méritos de los socialistas para que se haya dado este final de los irracionales atentados y voten pensando en esto? A lo mejor no ha quedado tan “tronado” por la caída de la “bici” y en esta ocasión su denuncia es coherente.
Actitudes como las de estos dos personajes no son las que precisamente contribuyen a crear una buena imagen de los políticos y mucho menos a que les dispensen el más mínimo respeto.
