Economía

¿Los líderes del hemisferio occidental podrán responder a la actual crisis financiera?

Los últimos sondeos de opinión publicados este lunes en Estados Unidos, y a ocho días de los comicios presidenciales, dan al demócrata senador Barak Obama un 50,4 por ciento de apoyo, mientras que otorga un 43,1 por ciento al republicano John McCain. Cabe preguntarse quienes son los seguidores de este último, teniendo en cuenta que como senador votó todas las leyes propuestas por George Bush catalogado como el peor presidente de EEUU. Uno de los tantos errores del gobierno de Bush fue el decidir no regular ni controlar el mercado financiero lo que trajo como consecuencia el desastre financiero internacional que ha afectado a todos los países, en mayor o menor medida, dada la globalización de la economía.

Veamos aspectos de la historia de McCain los cuales han sido difundidos por los medios masivos de difusión. El republicano es un héroe de la guerra de Vietnam quien se divorció de su primera esposa, que había quedado coja después de haber sufrido un accidente automovilístico mientras el soldado heroico estaba en Vietnam. La cabeza y no el corazón llevaron a McCain a seleccionar su segunda y actual esposa, Cynthia, una rica heredera de una cuantiosa fortuna labrada con la industrialización y comercialización de la cerveza. Así el dinero de Cynthia ha servido para financiar las campañas del republicano. Pese a este apoyo pesan sobre MCCain cargos comprobados de corrupción. Cuando los matrimonios se celebran al modo de contratos, necesariamente la pena surge en alguno de los cónyuges. En este caso fue Cynthia la que acusó síntomas de depresión refugiándose en las drogas. Su esposo afirmó que no se dio cuenta del problema de su mujer. Como todo narcisista no puede reconocer el sufrimiento del otro. Nuevamente surge la pregunta, ¿quienes se identifican con una persona que abandona a quien ya no le sirve para su carrera, usa al otro para sus fines, comete actos deshonestos y es insensible ante el sufrimiento psíquico del ser que tiene supuestamente a su lado?

Las personas nos sentimos identificados con quienes comparten aspectos comunes de personalidad y en este caso es el narcisismo, el cual constituye una característica de la cultura occidental. La persona con estructura narcisista de personalidad se concibe como perfecta y no puede admitir aspectos negativos de su personalidad, ni tampoco la responsabilidad de sus errores. Al no experimentar culpa, no puede reparar sus equivocaciones y seguir un camino de crecimiento personal. Tampoco puede relacionarse afectivamente con los demás a quienes percibe como una prolongación de su propio yo. Los seres humanos tenemos un sano narcisismo que sirve como escudo protector y de allí que la imagen que tenemos es siempre mejor de lo que realmente somos. En cambio, en el narcisista la distancia es tan grande que un falso yo suplanta al verdadero yo. El concepto de dios remplaza al yo del narcisista que al concebirse perfecto proyecta la responsabilidad de sus equivocaciones en los demás. Juzgador de la conducta de quienes lo rodean, el narcisista no distingue en sus propios actos lo que está bien de lo que esta mal y el sentirse preocupado y responsable por los sentimientos de otros desaparece.

Desde el narcisismo se puede entender la razón por la cual no solamente el 43, 1 % de  los americanos prefieren a McCain, sino también la razón por la que el gobierno de Bush no reguló ni controló  el mercado financiero, pese a que muchos políticos y economistas, entre ellos el mismo Obama, le advirtieron los peligros de tal decisión. Los economistas de este modelo capitalista salvaje no pueden aceptar que el problema está en el mismo modelo, eso significaría aceptar que son imperfectos pues ellos creyeron en la perfección de un modelo y sus mentes trabajaran ahora no para solucionar las consecuencias, sino para buscar excusas que le permitan retener la imagen de su yo, sus cargos y posesiones.

Este narcisismo no solamente se encuentra presente en EEUU, sino en todos los países del hemisferio occidental, en los que la figura paterna protectora se proyectó alienadamente en los bancos. Así como el padre bondadoso y omnipotente se preocupa por el bienestar de sus hijos pequeños, así también para el o la occidental, el banco cuidaría de el o ella en su vejez. El padre omnipotente nunca se equivoca, como el banco tampoco, por lo cual es posible confiar ciegamente en sus líderes para este tipo de estructura. No existe necesidad de controlarlos, no hay necesidad de verificar que hacen realmente con el dinero que colocaron mensualmente por años y años. A través de la idealización del papá – dios – banco todas las inseguridades del o de la narcisista desaparecen. Pero acaso ¿quienes confiaron sus ahorros en instituciones financieras nunca supieron de los estragos de las poblaciones del Tercer Mundo con el Fondo Monetario Internacional?

La esposa del político corrupto no duda en gastar sin sentir culpa el dinero que su marido genera, pero luego se sorprende cuando encuentra que él la engaña con otra mujer. De la misma manera los ciudadanos y las ciudadanas del hemisferio occidental confiaron en la honradez de las instituciones bancarias cuando existían sobradas pruebas que indicaban el peligro de esa confianza. Imágenes de los  ahorristas de la clase media alta  Argentina de bancos extranjeros que cerraron sus puertas en la hecatombe financiera del 2000 fueron difundidas a través de los medios en Europa. Aparecieron libros esclarecedores sobre el efecto negativo de los bancos internacionales en la justicia social de los países del tercer mundo como la obra de Michael Goldman «Imperial Nature» o el libro de John Perkins «Confessions o an Economic Hit Man». Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver y é o la narcisista son los campeones en el uso de la negación de aspectos displacenteros de la realidad.

Es así que nada parece indicar que los líderes del mundo occidental podrán resolver la crisis económica financiera que ellos mismos han creado pero que tienen efectos en todo el planeta, como así tampoco nada parece indicar que la mayoría de los miembros de la cultura occidental poseen los recursos psicológicos necesarios para adaptarse con flexibilidad a esta nueva situación. Habrá respuestas asertivas dentro de lo posible, pero éstas provendrán de culturas orientales.

Bibliografía

– John Perkins, «Confessions of an Economic Man», Berret   Koehler Publishers, USA, 2004.

– Sandy Hotchkiss, «Why is always about you?» Free Press,  USA, 2003.

– Michael Goldman, «Imperial Nature», Yale University Press, 2005, USA.

http://ar.news.yahoo.com/s/afp/081029/internacional/eeuu_elecciones_sondeo_3

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.