Tras la quiebra de la Caja de Ahorros de Castilla la Mancha, se han anunciado otras. Y no nos andemos con subterfugios, puesto que ha sido una quiebra y que no se ha materializado, por cuanto nosotros el contribuyente y con dinero público, la hemos salvado y está claro que forzados por el Gobierno actual; el que apuntalará todo lo que pueda y hasta donde pueda; pero la cosa sigue estando mal y lo dicen dos realidades preocupantes. Una, que sigue paralizado el préstamo interbancario y otra, que las entidades (bancos y cajas) no prestan dinero o lo hace con una mezquindad destacable. Todo ello nos dice que tanto unos como otros, tienen las arcas vacías de dinero contante y sonante… y no se fían ni de su sombra… por tanto el asunto debe ser de «no te muevas que es peor».
Todo negocio mal llevado y si llega a la quiebra, debe quebrar y punto… si el Estado interviene por cuanto hay infinidad de «inocentes» que teniendo allí su dinero, tiene que restituírselo; que lo haga pero de inmediato ese negocio debe desaparecer.
¿Pero por qué se ha llegado a que lo mejor del negocio del dinero, cuales eran las cajas de ahorros españolas, llegase a ese estado de quiebra? La culpa de todo es de los gobiernos (todos) los que han gobernado tras la muerte de Franco, puesto que en el período anterior, todas y cada una de las cajas españolas, eran de una solvencia incuestionable… ¿pero por qué lo eran? Sencillo… por que cumplían el fin para que fueran creadas y además, fueron férreamente controladas por los gobiernos de Franco, que igualmente controlaron a la banca privada y de ahí, que tanto unas como otros, crecieran pero de forma vigilada y tras cumplir con lo que eran obligados gubernamentalmente, con las inversiones impuestas de parte de sus capitales.
Por ello, infinidad de españoles (millones y millones) pudieron adquirir su vivienda en propiedad y con una facilidad asombrosa y hoy desconocida. Igualmente pudieron crear infinidad de nuevos negocios de todo tipo, o ampliar los ya existentes, y en todos los campos, incluso en el agrícola y ganadero, particularmente o en forma de infinidad de cooperativas, de las que gran cantidad siguen viviendo y marchando. Franco forzaba todo ello incluso manteniendo una potente banca oficial, que bien controlada hacía de motor de empuje y lo sé por experiencia; puesto que mi industria participó de créditos hipotecarios del Banco Hipotecario… que los prestaba… pero afianzando, «de tras partes, dos», para que así el Estado no perdiese de un céntimo; o sea y más claro, que en un valor de «doce», el banco hipotecó los doce, entregando sólo cuatro, pero con facilidades enormes: tipo fijo de interés inamovible, dos años de carencia y una cantidad fija a pagar, durante los trece años que duraron las hipotecas. Aquello era posible, simplemente por una buena administración y la canalización del ahorro para que fuera productivo para toda España y no sólo para «los buitres».
Las cajas de ahorros (» o montes de piedad») nacieron para combatir la usura y para desarrollar su labor niveladora, en la zona donde eran creadas y donde extraían sus recursos. O sea que el ahorro captado lo invertían en la zona misma, salvo lo que el Gobierno estatal, las obligaba a otras inversiones para la creación de riqueza nacional.
Sus administradores, salvo el Director General (que era un empleado más, bien pagado, pero no con las monstruosidades de hoy por mor de blindajes absurdos), no cobraban ni un duro: algunas comidas o regalos contados y por reuniones concretas y poco más: Si entraban en los préstamos, normalmente eran «unos más»; salvo los empleados de las cajas, que sí que tenían concesiones especiales para vivienda y «otros» y además eran de los mejores sueldos de toda España… a pesar de todo ello, aquellas cajas funcionaron y hay testigos a millones que pueden confirmarlo.
Vino la nueva época y la «ola de buitres dispuestos a devorar hasta los huesos de todo lo devorable»; y a la vista está el resultado y que vemos hoy… Las cajas y como vulgares «multinacionales o especuladores sin escrúpulos»; se lanzaron a los negocios nacionales e internacionales, amén de que los dirigentes de las cajas… se han puesto ingresos, como si de socios adinerados de un banco y que lo controlan… fuesen; todo lo demás ha venido tras tanto desmadre; y mientras el ahorro de los españoles, era mal invertido «o vete a saber», en que lugares del mundo o empresas, aquí no han hecho apenas nada, de su ineludible compromiso cual era y sigue siendo, la labor social y económica de las capas más desfavorecidas, que son las que les entregan sus ahorros, pues el que dispone de dinero en cantidad… busca otros depositantes.
Esperemos que ahora cuando se aireen todas las «sucias tripas» de estas quiebras, los que las han propiciado paguen con el embargo de todo lo que tengan y además, con las penas de cárcel que merecen y que deben ser ejemplarizantes.
Y aparte de ello que las cajas de ahorros, vuelvan a su cometido y férreamente vigiladas por el Gobierno, único responsable de todo… puesto que el capital de las cajas es del pueblo español… y no se puede privatizar por nada del mundo, ES CAPITAL SOCIAL Y NACIONAL.