EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Los Camps, Fabra, Blasco, Ripoll presidente de la Diputación de Alicante, Castedo alcaldesa de Alicante, Díaz Alperi ex alcalde de Alicante, Lorente alcaldesa de Orihuela (Alicante) y muchos cargos públicos y orgánicos del PP hasta formar un centenar largo de implicados en los casos GÁ¼rtel, Brugal y ONGs, no son más que los chivos expiatorios que por estar más “cara al público” son los que están “pagando el pato” sin que esto último quiera decir que no estén presuntamente implicados en los casos citados anteriormente.
Aquí esté por ver quién es la “X”, el que dirige el cotarro, el que consiente y no pone freno para que todo esto no ocurra o el cerebro de todas estas tramas. Líbreme Dios de acusar a nadie en concreto pero no puedo dejar de mirar a un lado y otro y no veo más que a un “boss”, al que presuntamente puede ser el “jefe de la banda”, y mire para el lado que mire siempre veo a la misma persona, a la misma imagen, a Mariano Rajoy, sentado sobre un trono de estiércol. Si no lo es, yo no afirmo nada, lo disimula bastante mal o la cosa se le ha ido de las manas, vamos, que el ganado ha salido en estampida y no hay forma de controlarlo para que vuelva al redil, en estos casos a la transparencia y a la gestión sin ningún tipo de sombras ni sospechas. Pero hay una cosa que se repite mucho en los medios de comunicación que Rajoy no desmiente y que deja muy claro que Rajoy sabe que Camps no está “limpio” y de ahí sus dudas sobre si designarlo definitivamente como cabeza de lista por la Comunidad Valenciana. Lo cierto y verdad es que a Rajoy se le está amontonando el estiércol hasta tal punto que le sobra para abonar su finca, el PP, y ver de conseguir que florezcan otros frutos más sanos, más comestibles y más digeribles que no le produzcan tanto ardor y dolor de estómago y tantos quebraderos de cabeza. Siempre suponiendo que el “boss”, el jefe de la banda, no sea él.