Sociopolítica

Contra Viento y Marea. Un Análisis en Tiempo de Crisis.

Inicio este año con nuevo artículo, batallando desde la trinchera de ideas y principios, poniendo mi fusil (pluma) al servicio de los trabajadores, campesinos y explotados. En este artículo busco realizar algunas reflexiones varias sobre la realidad nacional, política, ideológica y social de actualidad. A lo largo del mismo tocaré varias temáticas y problemáticas que considero importantes para analizar en especial, la política en general como concepto; la construcción del partido de nuevo tipo de la clase trabajadora y campesina y por último dedicaré algunas líneas a consideraciones que tengo sobre el actual gobierno. Para hacer política se requiere un método y un camino. No tenerlo significa carecer de dirección, horizonte, objetivo(s) y meta(s). Es ser improvisado, andar a oscuras y estar perdido. La Política es una ciencia, un arte y una profesión. Nada tiene que ver con la politiquería, la corrupción o la demagogia. En medio del fuerte y creciente rechazo social y popular a los politiqueros pasados y actuales se hace necesario y prioritario construir el partido de nuevo tipo de la clase trabajadora y campesina. Con este instrumento político (que no es el fin en sí mismo, solo el medio) para alcanzar el poder del aparato estatal, se demostrará en la praxis el camino más claro y radicalmente distinto entre el agotado reformismo burgués (tratar de dar una cara humana al capitalismo, sin cambiar o transformar de fondo y a veces ni tan siquiera de forma el sistema) y el decadente conservadurismo liberal oligárquico.

El partido de nuevo tipo debe encarnar y representar los intereses de la clase trabajadora, campesina, de los explotados y de los vilipendiados por el individualista y egoísta sistema capitalista. Es importante señalar y recalcar que dicho partido desde mi punto de vista debe tener, legitimidad y representatividad frente a las masas, ser transparente, coherente, consecuente, democrático, revolucionario, crítico, autocrítico, revolucionario, popular y socialista. Las masas están cansadas de los lobos vestidos de ovejas, de los supuestos reformistas sociales y populares que se presentan cada 5 años como una opción centrista y moderada, pero que en el fondo representan los intereses de la clase dominante y explotadora e igualmente de los demagogos que utilizan consignas, cliches o campañas que a simple vista se ven muy representativas de la clase dominada, que utilizan el lenguaje y la simbología popular, del barrio y del guetto, para buscar una identificación con el candidato(s) y el partido con el pueblo, pero que en el fondo no pasan de ser un populismo y neo-corporativismo conservador liberal oligárquico.

Unos y otros usan máscaras con las cuales cubren su rostro de podredumbre, de corrupción, de explotación, de deshonestidad y de mentira. Estas facciones son caras de la misma moneda y sus partidos políticos representativos (P.R.D. por un lado y C.D. y P.P. por otro) son los que en el poder reprimen, persiguen e imponen las medidas neoliberales, pero que en oposición pretenden ser los defensores de medidas populistas. La clase trabajadora y campesina tiene que ser actora y protagonista de su propia historia y liberación y no dejar en manos de falsificadores su redención. Lo que aspiramos y buscamos en el movimiento popular y social organizado y concientizado, en un futuro próximo y no muy lejano, es construir el auténtico gobierno de y para los pobres. Poner en la práctica valores como la justicia social, igualdad, fraternidad, solidaridad y libertad, actuar con transparencia y ética, ser coherentes y consecuentes con los principios, valores e ideales que enarbolamos y defendemos en la praxis.

Esto conlleva asumir responsabilidades, definiciones políticas e ideológicas, sacrificios, compromisos, responsabilidades y posiciones. No se puede estar en dos aguas o a medias tintas. Se está con el pueblo o contra de él. Pretender estar con el pueblo en su lucha por ejemplo y militar o pertenecer a un partido burgués es una contradicción. Igualmente están los indefinidos que oscilan sin rumbo entre unos y otros y que en el momento de la toma de decisiones y acciones no son “ni chicha ni limonada”, tiemblan y se esconden sin siquiera hacer nada frente a la inmisericorde e injusta explotación capitalista. O los que en una posición económica cómoda que les permite la satisfacción plena de sus necesidades y gustos no son capaces de sacrificar algo de eso para el bienestar común y que se pliegan política e ideológicamente a la clase dominante (capas medias o profesionales). Aclaro no es la mayoría de las capas medias en mención sino parte de ella. La historia nos demuestra igualmente la participación de muchos profesionales en las causas y reivindicaciones populares.

Pretender reformar o dar una cara humana, simpática o bonita al sistema y modelo capitalista es igual a querer tapar con un dedo el sol. Si bien es cierto que sobre las bases o las ruinas del sistema capitalista construiremos el socialista, esto igualmente significa que construiremos algo nuevo de raíz. Echar vino nuevo y fresco en un odre viejo es como si lo tomáramos y lo echáramos al caño. Construir algo nuevo y radicalmente distinto tiene por supuesto mayores riesgos, dificultades, complicaciones y problemas, pero es infinita, cuali y cuantitativamente más avanzado y progresista que mantener un orden de cosas totalmente decadente, atrasado y reaccionario. El cambio radical del sistema capitalista en su fase neoliberal a uno socialista es cuestión de vida o muerte, de sobrevivencia de la humanidad entera, barbarie capitalista o civilización socialista, es sin lugar a dudas uno de los problemas más grandes y urgentes de la humanidad.

El actual gobierno del Cambio Democrático y el Panameñismo han demostrado en la práctica a parte de ser un gobierno autoritario, demagógico, represor y violador de los DD.HH., ser un grupo de funcionarios y autoridades ineptos, ineficientes e incoherentes en la aplicación de las políticas públicas (muchas hasta improvisadas) y el incumplimiento de las promesas de campaña (muchas de las cuales hasta el día de hoy no han sido puestas en práctica, como por ejemplo, la cadena de frío o la rebaja de la canasta básica alimentaría). El desorden, la anarquía, la deshonestidad, la corrupción, la falta de toma de decisiones y acciones han sido la tónica durante este gobierno.

El grave problema del agua, del suministro, de la falta y baja calidad de la misma; la falta de recolección y correcta disposición de la basura; el aún deficiente e inoperante sistema de transporte (Metrobus); la represión y despido de trabajadores de la construcción que recientemente querían sindicalizarse; la compra millonaria de los corredores; los cables del Wikileaks; los anteproyectos de leyes mordazas y de reelecciones presidenciales inmediatas; el acto salvaje, bárbaro e inhumano cometido por unidades de la Policía Nacional de permitir que jóvenes literalmente se quemaran vivos son parte del mundo de problemas y desastres que el autodenominado “gobierno de los locos” han producido, siguen produciendo y permitiendo.

Sin lugar a dudas, la única promesa de campaña que han cumplido es ser “un verdadero y auténtico gobierno de locos” o sea un manicomio, donde se maneja al Estado como si fuera una finca o empresa unipersonal, desde la cual se práctica la Vendetta (Venganza contra los opositores políticos) y la Omertá (Ley del Silencio de la Mafia*), una verdadera Cosa Nostra al estilo siciliano con un Capo di Tutti Capi (Jefe entre los Jefes) de Presidente de la República y un Consigliere (Consejero) de Ministro de la Presidencia. Vivimos en un régimen de mafiocratas o la Mafiocracia como lo define atinadamente el Dr. Julio Manduley. Frente a esto, cabe la organización, concientización y movilización de todo el pueblo para construir otro Panamá Posible digno, inclusivo, equitativo, justo, ético, participativo y democrático, que logré la solución a los gravísimos problemas que vive el país y la mejora sustancial de la calidad de vida de tod@s l@s ciudadan@s. Así sea.     

*Omertá. Definición de la Enciclopedia Libre Wikipedia. Obtenido de: «http://es.wikipedia.org/wiki/Omert%C3%A1«

“Omertá o ley del silencio es el código de honor siciliano que prohíbe informar sobre los delitos considerados asuntos que incumben a las personas implicadas. Esta práctica es muy difundida en casos de delitos graves o en los casos de mafia donde un testimonio o una de las personas incriminadas prefieren permanecer en silencio por miedo de represalias o por proteger a otros culpables. En la cultura de la Mafia, romper el juramento de omertá es castigable con la muerte. El término italiano omertá es de origen incierto. Se encuentran trazos de su uso ya a partir del año 1800. Algunas teorías sobre su origen la relacionan con la palabra latina humilitas (humildad), que será después adoptada a los dialectos de la Italia meridional y modificada en umirtá. De la forma dialectal se puede entonces llegar a la forma italiana actual. En Estados Unidos, Joe Valachi fue la primera persona en traicionar la omertá cuando en 1963 habló públicamente de la existencia de la mafia, cuando testificaba en el Congreso de Estados Unidos.”

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.