Ciencia

“Es espectacular observar cómo aparece un nuevo volcán submarino»

El geólogo Juan Acosta (Águilas-Murcia, 1949) acaba de terminar su misión en las aguas de El Hierro. Durante esta semana ha dirigido la primera fase de la campaña científica Bimbache para cartografiar el nuevo volcán submarino que hace unos días nació cerca de la isla canaria. El investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) cuenta los detalles a SINC.

El geólogo Juan Acosta en la cubierta del buque Ramón Margalef. Al fondo la localidad de La Restinga (El Hierro). Imagen: IEO.

Sobre la cubierta del buque Ramón Margalef, Juan Acosta atiende nuestra llamada. Este miércoles el geólogo del IEO ha entregado a su compañero Francisco Sánchez el relevo como jefe de la campaña Bimbache, bautizada con el nombre de los antiguos pobladores de El Hierro. El objetivo, investigar el volcán submarino que ha surgido bajo las aguas de la isla.

“La primera fase de esta campaña ha consistido básicamente en realizar la batimetría (cartografía del fondo marino), además de recoger otra información de interés con el sofisticado equipo de sondas del barco”, comenta Acosta. El geólogo se embarcó el 23 de octubre y al día siguiente, mediante barridos constantes y paralelos en el mar, ya habían identificado y cartografiado el entorno del volcán.

La base del edificio volcánico se sitúa a unos 300 metros de profundidad. Su aspecto es el de un cono de unos 100 metros de alto, con un diámetro en la base de 700 m y 120 m de anchura en el cráter. Su volumen ronda los 0,012 km3, y 0,07 km3 el de la lengua de lava que poco a poco va rellenando el valle adyacente.

“Probablemente es la primera vez que se ha cartografiado un volcán submarino tan joven y con una resolución tan alta”, señala Acosta, que destaca la importancia de las sondas multihaz de última generación que incorpora el Ramón Margalef. Permiten observar detalles de menos de 10 metros en el fondo.

El investigador también subraya la juventud del volcán. El pasado 9 de octubre científicos del Instituto Geográfico Nacional (Ministerio de Fomento) detectaron los primeros eventos sísmicos que delataban su nacimiento. Al día siguiente lo confirmaron todas la estaciones de la red de vigilancia de la isla al registrar una señal de tremor volcánico (señal sísmica que indica que sale lava), con mayor amplitud en la zona de La Restinga. En quince días sus colegas del IEO ya mostraban el volcán submarino en los mapas. ¿Pero cómo saben que no estaba antes ahí? El fondo está lleno de conos volcánicos, la mayoría de hace unos 10.000 años.

La superposición muestra el volcán

La respuesta la ofrece la cartografía de la misma zona que realizaron en 1998, con la ayuda de investigadores del Instituto Hidrográfico de la Marina  (Ministerio de Defensa) y en el marco del programa de Zona Económica Exclusiva Española. Mediante un sistema de información geográfica los científicos han superpuesto ahora aquellas imágenes con las actuales y de esta forma han confirmado el nacimiento del nuevo volcán.

“Es espectacular observar en la batimetría cómo donde hasta ahora había un cañón submarino, hoy aparece un nuevo volcán submarino, con su lengua de lava que va pendiente abajo”, destaca Acosta.

La información facilitada por las sondas también ha servido para generar gráficos de los penachos de gas que no dejan de salir del cráter principal y las fisuras próximas. Las emisiones llegan hasta la superficie, aunque la tripulación –compuesta por unas 25 personas, la mitad científicos– todavía no ha tenido que usar las mascarillas ni el resto de la equipación dispuesta en caso de emergencias.

“Nosotros no hemos olido emanaciones de azufre ni nada parecido”, tranquiliza Acosta, pero no se pronuncia sobre la evolución y los posibles riesgos del volcán en los próximos días. “No sabemos qué pasará mañana”. Su papel se limita a facilitar todos los datos a los responsables del Plan Especial de Protección Civil por Riesgo Volcánico en Canarias (PEVOLCA) para ayudarlos en la toma de decisiones.

La campaña científica entra ahora en su segunda fase bajo el mando del investigador Francisco Sánchez, también del IEO. Hasta el 31 de octubre se tomarán fotos y vídeos del cono volcánico con un «trineo» de cámaras de alta resolución y un vehículo submarino de observación remota denominado Liropus. A partir de ahí, está prevista una tercera fase para analizar las corrientes y la composición físico-química de las columnas de agua que rodean al nuevo volcán submarino.

Enrique Sacristán / SINC

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.