Sociopolítica

“Noticia tapa noticia”

Si observa uno a los denominados medios de información y sean del tipo que sean (escritos, hablados o visuales) siempre van a caballo de la noticia y se pirran por lo que ellos denominan «una primicia», sea de la índole que sea; luego «la machacan hasta la náusea» y con igual celeridad la olvidan si surge otra noticia, repito; de la índole que sea y si es con mucha sangre o muchos muertos, mucho mejor; todas estas desgracias nos las meten hasta en la mesa del comedor mientras comemos o cenamos; la noticia es la noticia y por aberrante o destructiva hay que machacarla. Se dan demasiados espacios que dicen ser informativos, pero que llegan a dar náuseas. Con dos informativos que hubiera al día, sobraría.

Pareciera que en este desgraciado planeta no ocurren nada más que catástrofes, asesinatos, atentados de la índole que fueren, aberraciones múltiples y resumiendo, sólo calamidades y noticias apocalípticas, como por ejemplo lo del clima y calentamiento o lo de la plaga de una gripe.

Algunas de esas «grandes noticias», como las dos últimas nombradas, no son otra cosa que o entretener al personal, o grandes negocios ocultos, que los interesados y mediante la complicidad de los gobiernos difunden para dominarnos con unos miedos absurdos y de paso sacarnos cuanto más dinero mejor.

No hablemos de otros asuntos nacionales o internacionales, que cuando a la política le interesa los sacan o los ocultan según convenga en ese momento, mientras los verdaderamente interesantes para «los súbditos» (que no ciudadanos) los tapan, camuflan, les restan todo el valor real y las mentiras circulan con profusión por cuanto las verdades no interesa el que sean difundidas.

Se hablará del terrorismo nacional o internacional, pero nunca se hablará qué fondos o qué países son en realidad los que mantienen a esos grupos terroristas; puesto que para mí, no son otra cosa que asesinos a sueldo y bajo montajes diversos (incluso el fanatismo religioso) y se mantienen, disfrutando de unos ingresos enormes y que les permite vivir con gran comodidad y largueza, por lo que llegan a profesionalizarse ya que de ello viven… ¿quién paga todo ello? Por descontado el pueblo con sus impuestos, pero por qué se mantiene y no se corta de raíz, cosa que sólo pueden hacer los gobiernos, eso es lo que habría que explicar y nadie explica.

Ejemplo de todo ello es el ya «viejo» (que no legendario) Ben Laden, el que como una especie de «coco internacional»; los intereses políticos sacan u ocultan y aparece o desaparece cuando ello conviene, ¿a quién? Seguro que a intereses enormes y que ocultan grandes negocios, entre los que destacan los de las guerras, puesto que para que las fábricas de armamentos (de todo tipo) sigan funcionando, indudablemente hay que mantener o provocar guerras y eso de tan claro como está no permite la duda.

En España y por ejemplo, hubo una catástrofe denominada «terrorista» y fue la masacre del once de marzo del 2004 en Madrid, con doscientos muertos, casi dos mil heridos y muchos miles de heridos «en el alma» y que mantendrán esas heridas de por vida. Imaginen al que le arrebataran el esposo, esposa, novio, novia, hijo, hija, padre, madre, etc.; son heridas de las que no cicatrizarán jamás.

Pues bien, se detuvieron a «cuatro moritos» y alguno más, que al final no han sido otra cosa que cabezas de turco para ocultar a los verdaderos asesinos, que como promotores de aquello, siguen ocultos; y curiosamente ni el gobierno actual ni «el derrocado» por aquellos hechos, hoy en la oposición; se mueven para que las cosas se aclaren y son algunos verdaderos periodistas de investigación, los que llevan años aportando datos para que el juicio se reabra hasta su total aclaración y no se abre; ¿qué intereses ocultos hay para que ello no se resuelva con claridad? Y me he referido a un caso en mi país, pero ¿cuántos similares a éste hay tapados por este pobre mundo?

Sin embargo todos esos medios o la inmensa mayoría de ellos, no tienen una sección abierta y que día a día recuerden todos esos grandes latrocinios. Se enfangan en toda la noticia tremendista que se produce en el mundo, sea de sangre, muerte, aberraciones o la también muy abundante serie de lo que yo denomino de «entrepierna y entreculo», amén de lo ya súper abusivo de lo que dicen es deporte, que no lo es.

¿Todos esos medios, no tienen también la obligación moral de servir de verdad a la sociedad que los mantiene y por tanto proporcionarle paralelamente todo lo contrario y que la forme y eduque en bien de todos?

Cuando yo empecé a colaborar con un espacio bisemanal en una emisora provincial de radio en 1976; aquel director me aseveraba que «la radio es información, formación y entretenimiento y a partes iguales» ¿Qué ha ocurrido con esas normas que él me dijo eran internacionales? A la vista está toda la deformación que padecemos, debida a la avaricia de dinero y más dinero y caiga quién caiga.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.