El próximo 9 de Noviembre de 2008 serán las elecciones municipales en Nicaragua; a nivel nacional, excepto en la Costa Caribe Nicaragüense que se realizarán en enero del próximo año.
Desde antes que se fijara el calendario electoral; las elecciones quedaron deslegitimadas con la exclusión de dos partidos de oposición ubicados en la tercera vía y fuera del Pacto de los dos partidos mayoritarios el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) del Ex.Presidente Arnoldo Alemán Lacayo y del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) del matrimonio Ortega – Murillo; nos referimos al partido de izquierda Movimiento de Renovación Sandinista (MRS) liderado por la ex- Comandante guerrillera sandinista Dora María Téllez y al Partido Conservador de Nicaragua. (PCN).
Desde antes de la campaña electoral; el binomio de la corrupción Ortega – Alemán se aseguraron de tener control total de todos los Poderes del Estado sin excepción; en particular el FSLN ha avanzado notablemente en el control de los principales mandos de la Policía Nacional y del Ejército de Nicaragua practicando cambios impuestos desde el despacho de la primera dama rompiendo el frágil equilibrio de la institucionalidad de estos dos pilares fundamentales del poder.
La consigna desde la cúpula del gobierno ha sido cero tolerancia con el pluralismo político; en ese sentido han orientado a sus líderes de base más radicales “defender las conquistas de la revolución” apaleando y a los simpatizantes de los otros partidos en contienda.
Recientemente el candidato a la Alcaldía Municipal y líder de la Alianza Liberal de Nicaragua (ALN) Eduardo Montealeagre ha denunciado que al menos 24 de sus miembros han sido lesionados por fanáticos orteguistas; incluso dos de ellos en grave estado de salud al ser apuñaleados el jueves 30 de Octubre en horas tempranas de la noche, por los “rezadores” orteguistas que se mantienen atrincherados en la Rotonda de Metrocentro en la ciudad capital Managua desde hace tres meses; por órdenes expresas de la Secretaría FSLN-PRESIDENCIA para evitar la manifestaciones electorales de sus adversarios.
El papel de la Policía ha sido deplorable al convertirse; si no en gendarme, en un simple observador flexible y tolerante con los abusos y atropellos cometidos por los esquiroles orteguistas que operan bajo el amparo del poder.
Recientemente, la Policía Nacional ha anunciado que procederán a resguardar las 11 Rotondas principales de Managua, para evitar sucesos violentos como los que se han presentado en los últimos días; así mismo, resguardar las caravanas de simpatizantes liberales del candidato Montealegre, pero eso no resuelve el problema, por que hay una política estatal orientada ha promover esos actos de violencia y eso es ilegal; debe pararse la violencia institucional que se coloca por encima de la ley.
Por otro lado; se ha interpretado en la opinión pública nacional e internacional como una “cortina de humo” del Gobierno Matrimonio de Nicaragua Ortega-Murillo para descompresionarse de la críticas a su Gobierno por la reiterada violación de los derechos humanos; la libertad de expresión y el pluralismo político; la reciente denuncia que hicieron contra algunos embajadores miembros de la Unión Europea durante la XVIII Cumbre Iberoamericana realizada en la capital del hermano país centroamericano San Salvador, El Salvador; en el sentido de que: “Es de sobra conocido el involucramiento de algunos embajadores de la Unión Europea desde la campaña electoral de 2006, actuando de manera abierta o encubierta, alineándose a los ejes de confrontación que la derecha opositora de nuestro país despliega políticamente en contra del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional” y concluye diciendo: “Nos da una profunda lástima de constatar que se observa el propósito de los Estados Unidos de América y de los países de la Unión Europea de influir sobre los resultados de las próximas elecciones a favor de las fuerzas opositoras al Gobierno del presidente Daniel Ortega Saavedra” según fuentes citadas por El Nuevo Diario de Nicaragua.
A lo interno de Nicaragua, todos los nicaragüenses que tenemos dignidad debemos seguir insistiendo que la democracia no es una limosna que nos dan los gobernantes es una conquista alcanzada después de muchos años de confrontaciones bélicas en la que el somocismo y la oligarquía libero-conservadora tienen alta cuota de responsabilidad; pero en el actual escenario político son la nueva oligarquía Ortega- Alemán los responsables de tener sumida a Nicaragua en un modelo que enrumba claramente a una nueva dictadura institucionalizada.
Solo nos queda seguir luchando para que se mantengan y se desarrollen los espacios pluralistas en nuestra querida Nicaragua; ese es el precio de la democracia que debemos pagar.
Fernando Saavedra A.
Noviembre 1, 2008
