Al final lo consiguió: Zapatero, el esperpento decimonónico español, podrá sentarse -más o menos- junto a Sarkozy en la cumbre del G 20. Pero el regalo tenía gato encerrado, porque será bajo bandera europea, no española, mientras que los miembros de todo derecho (Alemania, Francia, Gran Bretaña) lo harán bajo sus banderas nacionales.Ya me daba a mi. Este Sarko no se anda con chiquilladas y tiene un sentido del humor muy francés, un poco como Le Canard Enchaîné, entre ácido y pérfido. Mientras, Zapatero
se andaba estos días con aires de gran estadista, reuniéndose con todo quisqui de los agentes sociales, como gustan llamar a entidades como los poco representativos sindicatos del sí-buana o banqueros pro gubernamentales que hacen botín con la crisis y que sirven al leonés para alardear de la fortaleza de nuestro sistema financiero (aunque no presupuestario, si bien a nuestros diputados, quitando a veinte o treinta de los 350, les debe parecer fuerte, pues no muestran el menor interés por los debates en el Congreso dedicándose a otras cosas – ¿tal vez eligiendo un nuevo modelo de coche oficial? ó ¿nuevas mesas gigantes para sus reuniones? ´ó ¿abriendo pseudo-embajadas en otros países? ó ¿tuneando a sus despachos y coches oficiales equipados con cómodísimos reposapies de maderas nobles?).
Sea como fuere, nuestro estadista internacional y promotor de alianzas con civilizaciones poco civilizadas estará allí, entre los grandes mandatarios del mundo, para exponer su receta de progresía económica y social para deslumbrar a todos los asistentes con sus ideas revolucionarias para arreglar el mundo. 
El mejor ejemplo: España, con su economía boyante, su creación de empleo, su elevada tasa de renta per cápita (no olvidemos que hemos adelantado a Italia y haremos lo propio con respecto a Francia dentro de poco).
Además, España ahora también puede presumir de su nivel de igualdad, gracias a este ministerio de color malva dirigido por la miembra experta en flamenco, doña Bibí. Es significativo su logro al habernos adelantado países punteros como Lesotho, Sri Lanka y Filipinas, situándonos justo por delante de Mozambique, es decir, en el lugar 17 de 128, cuando antes España ocupaba la posición 10. Esa es la diferencia cualitativa entre igualdad e “igualdaZ”.
Queda por ver lo que dirá Zapatero en Washington como el gran amigo y aliado del futuro presidente de EE.UU. (¿lo conocerá en persona o será mejor que deje este trance para más adelante?). También está por ver cuántos minutos le concederán los grandes para exponer sus ideas para salvar al mundo, ya que va de invitado del grupo mixto comunitario. Ilustración: José Luis Max Estrella y Bibí La LunaresUna cosa la tengo clarísima: La cumbre se divertirá. Bienvenido, Mr. Bean.
