Sociopolítica

Vaticinios

Suelen hacerse cuando empieza el año. Rara vez se cumplen. Es sólo un juego.

Política interior. El PP seguirá siendo el partido más votado en Galicia, pero los dos grupos minoritarios conculcarán de nuevo la voluntad de la mayoría, darán vida renovada al híbrido de la isla del doctor Moreau que ahora gobierna la zona y seguirán con sus destrozos de lobisome. En el País Vasco ganará por los pelos Ibarretxe y perderán, como de costumbre, los constitucionalistas, incapaces de presentar un frente unido. Divide y vencerás. En las europeas bajarán todos, menos Rosa Díez, y comenzará el subidón de ésta, que la convertirá después de las generales en árbitro de la dignidad de la nación y en fiel de la balanza del gobierno que se forme. A Rajoy, como a los amores de Escarlata O’Hara, se lo llevará el viento de la historia. Buen viaje. Habrá un congreso extraordinario del Partido Popular, Esperanza y Gallardón entrarán en liza, y a ver qué pasa. No es imposible que los conspiradores peregrinen a Colombey-les-deux-Églises y consigan que vuelva Rato. Éste, de ser así, acabaría en la Moncloa. Insh´allah!

Política exterior. Las fuerzas de ocupación occidentales seguirán recogiendo descalabros en el avispero de Afganistán. Putin pujará fuerte en todas las casillas de la ruleta y hará en muchas el pleno. Continuará en Italia la irresistible ascensión de Berlusconi –obras son amores– y el vertiginoso declive de la corrupta izquierda. Sarkozy seguirá apostando simultáneamente a rojo y a negro, besuqueará a Carla Bruni y a Zapatero, dirá vaguedades, amagará sin dar, prometerá mucho, no cumplirá nada, irá al gimnasio y se parecerá cada vez más a los monigotes de los mangas. Obama decepcionará a quienes han depositado en él sus ahorros de ilusión, enseñará la patita (imposible saber si negra o blanca), defenderá los intereses de las grandes corporaciones y servirá, como Beltrán de Duguesclin, a su señor. Dicen que han sido los Rockefeller quienes lo ha llevado adonde ahora está. ¿Hablilla o noticia? ¿Impecable e implacable lógica o síndrome de complot atizado por los integristas del Código da Vinci? Yo no lo sé, pero sí sé que era perentorio lavar la imagen de los Estados Unidos, deteriorada extramuros por la guerra de Iraq, los latrocinios bancarios, la necrosis del sistema financiero y los destrozos de Bush. Los magnates lo exigían, y Obama es, para tan necesaria y astuta estrategia, el candidato perfecto. China, entre tanto, seguirá haciéndose con el control de los recursos del África Negra mientras Europa se cruza de brazos. Los fachas antisistémicos gamberrearán, berrearán, cargarán la suerte y acelerarán la decadencia de Bruselas. El viejo mundo será cada vez más viejo y más pobre. España, al terminar el año, también lo será. En vez de caviar para todos, no tendremos café para nadie.

Permítanme una bravata. Yo sigo en Pnom Penh. Corolario: ¿debo aclarar que a mí, de todo lo dicho, plin? Pues lo aclaro, y a otra cosa.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.