Sociopolítica

Bolonia si, Bolonia no.

En plena Siglo “Europeista” se ha destapado la lata donde parecía que todo estaba más claro: la Universidad. En estos días en los que las concentraciones contra el Proceso de Bolonia son noticia me surgen varias dudas que quiero compartir.
En primer lugar me surge la duda de si tenemos claro qué se persigue con el Proceso de Bolonia. Muchas críticas han surgido alrededor de éste. Retomarlas aquí sería extenderme demasiado pero en cualquier caso sirve esta apreciación para remarcar que es un tema demasiado complejo. Y como tal, sería interesante que a la hora de echarnos a la calle tengamos claro por qué lo hacemos.
En segundo lugar me surge otra pequeña duda. Cuando oigo que el Proceso de Bolonia no sirve nada más que para vender la Universidad a los intereses de la empresa privada me viene a la cabeza una afirmación que oí un día en la propia Universidad, haciendo un Magisterio: el sistema educativo debe preveer las necesidades sociales en cuanto a profesionales se refiere. En otras épocas, esto era más fácil de conseguir; actualmente, es más complicado y por ello es difícil que el sistema educativo oriente a la profesionalización de las personas según demande la sociedad.
En este sentido todo lo que el sistema educativo pueda hacer para adecuarse a las necesidades profesionales de la sociedad es bueno. Y sería interesante analizar este hecho y qué cabida tiene en los que algunos han llamado “Mercantilización de la Universidad”.
Y en tercer lugar me surge una de las dudas más interesantes: por qué si el Proceso se firma en el 1999 hemos esperado tanto tiempo para alzar la voz; y más aún, por qué con tanto tiempo con el que ha contado el gobierno para poder preparar a la gente y poder explicar bien todo lo concerniente al Proceso Bolonia al final nos vemos con estas prisas.
El crear un espacio universitario común en toda Europa me parece positivo pero creo que es muy importante que bajo decisiones tan trascendentales haya una base informativa suficiente y un análisis ético y profundo. Ah…. y no olvidar que el derecho a la réplica y a la manifestación pública es algo, creo yo, ya bastante reconocido. Analicemos pues y dialoguemos todos.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.