Sociopolítica

La Trama Oculta de la Coyuntura Electoral Panameña de 2009

Guillermo Endara - Balbina Herrera - Ricardo Martinelli

Dr. Belisario Rodríguez Garibaldo
Abogado, Sociólogo, Periodista, Analista Político, Profesor y Escritor
Miembro del Partido Revolucionario Democrático – PRD
E-mail: [email protected]
Web: http://www.pa/secciones/escritores/rodriguez_belisario.html

 

Con respecto a las declaraciones del colombiano David Murcia, hoy sindicado en su país por estafa, lavado de dinero y vinculo con el narcotráfico a través de su empresa piramidal DMG, sobre la presunta responsabilidad del gobierno panameño de brindarle escolta personal de la Policía Nacional (SPI) a David Murcia, cuando hacia negocios en Panamá, o la presunta relación de una donación electoral de David Murcia a políticos del PRD, como la candidata presidencial Balbina Herrera y el candidato a alcalde capitalino Roberto Velásquez Jr., hechos que aun deberán ser probados en una debida posterior investigación judicial y electoral.  Me remito a señalar que en el ámbito del derecho probatorio, esto de las evidencias es simple, si te acuso de hacer un delito, tengo que probarlo, de lo contrario es mentira, primando así la debida presunción de inocencia de los ciudadanos. La ley electoral es clara con respecto al deber de remitir a las autoridades electorales de una declaración de la lista de donantes en una campaña electoral realizada por todos los partidos políticos y candidatos a elección, lo cual fue realizado por la candidatura del PRD.

Los medios de comunicación social panameños han hecho un festín informativo, mas bien basados en la especulación. Debo hacer una aclaración conceptual para distinguir la investigación periodística de la evidencia probatoria. En correspondencia de la investigación periodística con la evidencia probatoria, el derecho probatorio es para la ciencia jurídica, lo que el periodismo de precisión e investigativo es a la ciencia de la comunicación social. El periodismo de precisión y el periodismo de investigación hace referencia a las técnicas de investigación periodísticas mediante el uso de tecnologías de la información y comunicación, computación informática, tecnología audiovisual, rastreo informático de datos, revelación de archivos y acceso a datos públicos o privados, estadísticas e indicadores cuantitativos, análisis documental de datos y documentación, procesamiento analítico y cuantitativo de datos e información, rastreo testimonial, e investigación científica y social. Las ciencias en general, como las ciencias sociales, se basan en evidencia, los hechos deben ser probados en una debida investigación; un hecho será cierto, si ha sido contrastado y no admite nada en contrario, examinado en el rigor del método de la investigación científica, para ser aceptado por la academia como una conclusión valida.

En el derecho probatorio de la investigación judicial al referir a las evidencias probatorias, si se acusa a alguien de hacer un delito, debe comprobarse, de lo contrario será mentira, primando la presunción de inocencia de los ciudadanos. Testigo y testimonio tienen fiabilidad; los chismes no son apenas indicios, pues no confirman nada como cierto; la simple honorabilidad de un testigo o declaración de un implicado no vale para confirmar un hecho como cierto, para comprobarse debe haber varios testigos y testimonios que lleguen a la misma conclusión, y con varios testigos-testimonios que se contradicen, se ponen cara a cara (careo) para observar quien miente, incluso con la prueba del polígrafo detector de mentiras. Existen otras pruebas, tal como la prueba documental (fotos, videos, escritos, firmas), reconstruir hechos (para medir exactitudes), pruebas clínicas (sangre, semen, medicas), de equipos (autos, armas, terrenos, maquinas), de expertos-peritos (auditor, antropólogo, médico, forense). Todo se registra en un expediente judicial, libro ó texto. Todos los hechos, evidencias y testimonios, valen en su totalidad, mas que las diferentes interpretaciones o argumentos. El Juez tiene la tarea mas difícil del mundo, pues solo Dios puede ser el mejor Juez del universo.

La pregunta perspicaz de toda esta trama es ¿por qué el gobierno de Álvaro Uribe bloqueó hasta hace poco a la indagatoria judicial de fiscales panameños a DMG, pero permitió una entrevista televisiva a David Murcia? ¿Busca Uribe influir sobre el electorado panameño para que gane un candidato proclive a su Plan Colombia, ahora cada vez más aislado en la región? ¿No estamos ante una intervención de Colombia en los asuntos electorales panameños?.  Observemos que Ricardo Martinelli (CD) y Juan Carlos Varela (PPA) formalizaron su pacto de alianza electoral en la casa de la embajadora norteamericana en Panamá, en aras de derrotar a la candidata del PRD, Balbina Herrera, a la cual sectores opositores políticos y empresariales del país y el exterior, le ubican a la izquierda proclive al presidente venezolano Hugo Chávez. No hay que leer un dossier clasificado de seguridad hemisférica del Departamento de Estado, Departamento de Defensa o la CIA norteamericana, para entender cual es la clara y definida estrategia política secreta urdida por Colombia y EE.UU. en las elecciones de Panamá.  En este sentido no cabe duda, salvo prueba en contrario, que sin menoscabar la debida responsabilidad de nuestra clase política en unos presuntos, mas aun no comprobados hechos de dudosa ética política o contrarios a la ley, también todo parece develar una trama internacional tejida por poderosos intereses internacionales, económicos y políticos de Panamá, Colombia y EE.UU. para obstaculizar la llegada de Balbina Herrera a la presidencia de la Republica, por representar el ala de la tendencia de izquierda del PRD.

De esta forma se consolida una coyuntura política ideal para poder gobernar directamente, sin intermediación política de partidos controlables por nuestra oligarquía panameña, a través de la probable presidencia de Ricardo Martinelli como representante de su clase económica e ideología neo-liberal, ahora bendecida por sectores del establishment norteamericano, no necesariamente parte del entorno presidencial demócrata de Barck Obama, pero dominantes en el esquema de poder de Washington. En forma tal que EE.UU. contara con aliados estratégicos en una zona de decreciente influencia política con gobiernos de izquierdas, teniendo así en nueva confluencia a dos gobiernos de derecha neo-liberal en la región, y unidos de esa forma el programa de Seguridad Publica de ‘Mano Dura’ contra la Delincuencia de Ricardo Martinelli con el programa de Seguridad Democrática de Álvaro Uribe en el marco del Plan Colombia, además del nexo comercial de aprobación de Tratados de Libre Comercio con EE.UU. que Panamá y Colombia esperan en ratificación.  Eso y no otro, es en mi opinión, la real trama política oculta contra Panamá, que debería hacer pensar y actuar en consecuencia a todo panameño de bien, patriota y progresista, sobre lo que ahora se dirime en esta próxima elección nacional de 2009, empero que todo parece apuntalar a que lamentablemente mostrará a la larga esta certeza política de un futuro desgobierno ultraliberal autoritario de derecha con el probable triunfo electoral de Ricardo Martinelli como presidente de Panamá, quien parte de preferencias entre los ciudadanos. He allí nuestro Fujimori panameño, y que Dios nos agarre confesados a todo Panamá.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.