Economía

Diálogo interno XVIII (de Cristiano Ronaldo, de Rubén Sancho y de otros seres insignificantes)

Superyo: ¿Irías ayer a la presentación de Cristiano Ronaldo?
Yo: No, la verdad es que no, tenía otras cosas que hacer y no me suelen gustar estos circos mediáticos.
Superyo: ¿Noto cierta crítica suscinta a la expectación que se ha creado?
Yo: Para nada, simplemente digo que a mí no me gusta y lo defino como circo mediático porque creo que es lo que mejor se acerca a lo que sucedió anoche, ¿no te parece?
Superyo: Sí, supongo que sí.
Yo: Hay que reconocer que la contratación, presentación y explotación de la imagen de Cristiano Ronaldo por parte del Real Madrid está siendo un perfecto ejemplo del marketing de la imagen, de como se puede generar expectación, atraer el interés del público potencial y ofrecerles un espectáculo que les deje satisfechos añadiendo, eso sí, una dosis de refuerzos positivos, como pueden ser todos los medios de comunicación hablando de un acontecimiento histórico, ¡cuánto tenemos que aprender!
Superyo: ¿Tú y yo?
Yo: Sí, nosotros dos.
Superyo: ¿Para qué? Si nunca vamos a dirigir un club de fútbol ni una empresa importante.
Yo: Ya, me refería a la presentación de nuestro libro de relatos. Tenemos que ser capaces de crear expectación, que la gente oiga hablar de ‘Un lugar llamado fracaso’ antes de que se ponga a la venta.
Superyo: El problema es que luego habrá que ofrecerles una calidad literaria que les deje satisfechos.
Yo: Ahí está el problema, sin duda, ¿seremos capaces de cautivar a nuestros lectores?
Superyo: Yo creo que sí.
Yo: Pero tú eres parte interesada.
Superyo: Juez y parte, porque formo parte de la creación y del juicio.
Yo: Pero será un juicio con jurado, con un poco de suerte ante un gran jurado, siendo realistas ante un jurado pequeñito.
Superyo: Como el que juzgará a Camps.
Yo: Eso parece, pero habrá que esperar porque no creo que lo acaben juzgando.
Superyo: No te tenía por un escéptico.
Yo: Más que escéptico, pragmático, al final todo dará una vuelta de tuerca y acabará librándose.
Superyo: Malditos trajes, pensará.
Yo: Sí, pero el verdadero delito no está en aceptar los trajes que puede debatirse éticamente pero no legalmente. El verdadero delito está en que como contraparte a esos trajes Camps dio trato de favor a determinadas personas.
Superyo: Pero en su partido todos callan.
Yo: El que calla otorga.
Superyo: Y el que otorga sentencia.
Yo: Sentencia culpable.
Superyo: O inocente.
Yo: O ya veremos, en cualquier caso debería dimitir por dignidad, por coherencia y por respeto a sus votantes.
Superyo: Ya sabes que los españoles nunca dimiten, aguantan lo que sean con tal de no perder su sillón.
Yo: Ahora eres tú el escéptico.
Superyo: Supongo que estaremos cortados por el mismo patrón.
Yo: Supongo.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.