¡Borges tenía razón!

En los últimos años, la música sufrió la digitalización, y no parece sorprendente pensar que también sucedería lo mismo con la literatura.

Los gigantes de los mercados masivos y las letras como Google, Amazon, Barnes & Noble, están decididos a crear el libro electrónico que cambiará la forma en que leemos.

Esta tecnología, actualmente disponible, no es full color, pero tiene una capacidad de 3 días completos de lectura sin necesidad de recarga, pero como es de sospechar lo mejor está por venir…

Apple, actualmente trabaja en un dispositivo al estilo iPhone, que podrá leer libros electrónicos, entre otras cuantas funciones, y está ligado a un servicio que proveerá (según el Financial Time) Barnes & Noble.

Leer un librotodo color, en cualquier parte, por precios muy accesibles, sumándole la posibilidad de ser acompañado por audio y video, suena -para quienes nos criamos con la antena de papa y la aguja de tejer en la TV blanco y negro- un plagio de la novela de Borges, pero la verdad es lo cierto y lo cierto es lo que toca en nuestros días.

Sigo pensando que vivimos en la era de las interdisciplinasdonde conjugamos la mayor posibilidad de percibir con todos nuestros sentidos, y la ciencia que es quien modela nuestra cultura, conlleva a este suceso.

Los grandes cambios tecnológicos que dieron el punta pié a fines del siglo pasado, sorprendiéndonos, hoy nos apuran a que nos acostumbremos a nuevas experiencias. Así, quienes amamos las novedades de la literatura deberemos aprender a manejar un “aparatejo” que seguramente traerá algún ruidito para avisarnos que nuestra editorial favorita está ofreciendo una novedad, y que podremos obtenerla en menos de cinco minutos, mientras tomamos el colectivo de vuelta a casa; lo mejor es que quizás los autores (donde humildemente me incluyo) nos atrevamos a coordinar como parte de nuestro libro una creación audiovisual.

Que belleza sería para mí, que alguno de mis trabajos se lea al momento que se oyen las bellísimas melodías de Sakamoto que me animan en mis tardes de escritura, o que un Roman Osin –o nacionalizándome un Cruz Mendizábal- dirija y produzca la fotografía que acompañará a mis obras. (Disculpen, el tema da para irse por todas las ramas posibles)

Y quizás eso sea lo bueno, en estos bruscos cambios, que -no voy a negar- me molesta que justo ahora que aprendí a manejar el Palm, el blackberry, el celular, el mini pc, el MP5, P4, P3, deba acostumbrarme a manejar otra vez, un nuevo “bicharraquito electrónico”, que al fin de cuentas, estoy segura disfrutaré.Y a los escritores: A soñar!, y a los lectores: A disfrutar el sueño de los escritores!