Ciencia

EL PUNTO EGOISTA

Hubo y hay, filósofos, economistas y políticos, que sostienen que el egoísmo es el motor de la riqueza, pero pregunto, ¿Que riqueza es esta?. Para poner un ejemplo; el niño egoísta cuando ve jugar a los demás niños a la pelota, la coge y no la suelta, se acabó el juego. De mayor se supone que aprende, o por lo menos lo parece, pero no, hay quién no aprende nunca, se quieren quedar con todas las pelotas, y cuando lo consiguen, se acabó el juego, y empieza el drama. Del egoísmo dicen que es un instinto natural que lleva a algunos a acumular tal cantidad de riqueza que se olvidan de los demás, no se dan cuenta del daño que hacen. Ellos no lo entienden, piensan que lo que hacen es crear riqueza, dar trabajo, créditos, subvenciones y ayudas, pero no se dan cuenta, que lo que hacen, es acumular riqueza, hasta acabar con el juego.
Los que estamos de acuerdo, en dar valor a la vida, sabemos valorar la de los demás, lo que implica que también valoremos la vida del egoísta, como una vida más, pues nosotros también podemos ser egoístas y de hecho lo somos -como instinto de supervivencia- cada uno a su manera, más o menos educada. Es un instinto que no se puede eliminar de nuestra condición humana. Se puede educar, pero no eliminar. Existe y existirá como también existe y existirá el amor mientras exista el ser humano. Esto no quiere decir que no podemos seguir jugando.

Nos podemos poner de acuerdo en empezar un nuevo juego, basado en el valor de los jugadores para generar riqueza, jueguen o no jueguen, sean jugadores titulares o reservas. La gracia del juego está en conseguir el máximo numero de jugadores titulares. Cuantos más titulares más riqueza se puede generar. Sabiendo esto, el egoísta entiende que para seguir acumulando riqueza, necesita que halla el máximo número de jugadores titulares en el espacio de juego, así que también considera a los jugadores reserva parte de su botín. El egoísta, por el beneficio que aporta el juego, cede parte de su soberanía, sin esfuerzo, al reconocer la necesidad de de la vida, de todos los jugadores, para poder acumular riqueza. La vida de los jugador reserva, es condición necesaria, para que el juego pueda crecer, en riqueza de titulares. Estar vivo es el máximo generador de riqueza, e implica estar alimentado para el juego.

En el juego actual, el jugador que no es titular, no tienes garantizado el capital suficiente para pagar el alimento y el resto de necesidades vitales para vivir. Así que el juego se vuelve trágico y los titulares y reservas viven con ésta cruz. Cuando aumenta progresivamente el número de reservas, la riqueza decrece y el juego se ensucia. Aparece la violencia.

En el nuevo juego se hace necesario un nuevo parámetro, que evite este punto trágico. Una nueva regla, en la que titular y reserva, tengan el mismo valor de salida, un patrón de vida equivalente al valor económico de cubrir los costes de los productos y servicios necesario para subsistir. Es decir, en el juego, el valor de la vida, se considera capital con valor añadido, y es usado, para garantizar la supervivencia de todos los jugadores. Así Incorporamos el valor de la vida al juego, en beneficio del espectáculo.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.