Economía

Cuestión de formación (La tasa de desempleo juvenil en España está muy por encima de las tasas europeas)

Hoy hemos conocido la tasa de desempleo del mes de octubre y unos se alegran porque el descenso sigue disminuyendo, mientras que otros se llevan las manos a la cabeza porque hemos perdido casi cien mil empleos en el último mes, pero ninguno se para a analizar las alarmantes tasas de desempleo juvenil que sufrimos.

Se entiende por desempleo juvenil a aquel que afecta a las personas entre los 18 y los 25 años, y ahí España es líder absoluto en desempleo, a años luz del resto de países de la Unión Europea.

¿Por qué en España hay más desempleo juvenil? Sin duda, por la falta de formación.

Durante los últimos años era relativamente sencillo ganar dinero sin tener ninguna formación. La construcción absorbía empleo con una verocidad increíble y ofrecía mucho dinero a aquellos que quisieran trabajar horas extras, por los que muchos jóvenes españoles abandonaron los estudios ante la promesa del dinero fácil.

Sin embargo, la burbuja de la construcción estalló y todos aquellos jóvenes que empezaron en este sector ahora se han quedado sin empleo y sin recursos para encontrar uno nuevo.

Si hubieran estado debidamente formados, o bien porque hubieran estudiado en lugar de trabajar, o bien porque hubieran recibido protocolos de formación continua, ahora estarían en disposición de encontrar empleo en un sector distinto, y no depender, exclusivamente, de la estacionalidad del sector de la construcción.

En España sufrimos una evidente ausencia de cultura de la formación, que se transmite de generación en generación y nos lleva a sufrir las consecuencias de dirigentes políticos y empresariales con escaso conocimiento sobre la materia en la que desempeñan su labor.

Falta una pacto de Estado sobre la educación para que ésta vuelva a ser competencia de la Administración central y no se modifique con cada cambio de gobierno, falta una política coherente y eficaz de formación continua a los trabajadores en activo y falta otorgar un valor añadido en forma de remuneración económica a la formación.

Sin estos cambios estamos abocados a seguir siendo un país de escasa productividad y muy dependiente de los ciclos económicos.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.