Sociopolítica

La amistad de Barreda

Hace mucho tiempo, era el año 1997, 12 años al menos, porque era abril, nos despedía,  a un grupo de mujeres y hombres de Castilla-La Mancha , un ministro de la guerra  en el desierto argelino, alojamiento provisional desde 1975 de al menos  75.000 almas saharauis. Nos despidió con un beso: -sabed que quiero a España. De vuelta a la península, celebramos,  y aún hoy recuerdo con admiración,  que un ministro de la guerra compartiese con peninsulares hispanos el abrazo de la paz. Los saharauis  tienen compactado un baúl de color azul para volver a los territorios, que les son propios de El Aaiún, junto al mar. Es la reivindicación de  Aminettou Haidar, hoy activista desde Lanzarote, a quien Miguel Angel Moratinos, Ministro, ofrece complicidad. Este es  el alucine que me provocó  José María Barreda, Presidente de Castilla-La Mancha,  cuando proclama, en un mitin, que cuenta con la fuerza de la ciudadanía castellano-manchega, con quien comparte el placer de la amistad. Se duele el Presidente Barreda de la “confrontación frontal”,  que pretende María Dolores Cospedal, Presidenta del PP, contra el pacto por Castilla-La Mancha. Escucho discursos varios, pero me ronda la cantinela de la ética presidencial de Barreda: -mientras hacemos posible el pacto por Castilla-La Mancha con sindicatos y organizaciones empresariales, la nueva dirección popular, enaltecida por su Presidenta, prefiere  la confrontación. Quienes queremos el pacto con la ciudadanía,  depreciamos la confrontación, que la dirección del PP propone y  apreciamos el entendimiento, que el Presidente Barreda brinda. ¿Confrontación?  – A la victoria sin lucha, dije cuando me invistieron con el derás y turbante los saharauis e impusieron a las compañeras el melfa. Por la ciudadanía, decía Barreda. Yo le aplaudí.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.