Sociopolítica

COSAS PARA HACER EN EL MEJOR MOMENTO

Hoy, es un buen día para hacer muchas de las cosas que tenemos pendientes por falta de tiempo. Gracias a la planificación del gobierno, muchos de nosotros tenemos todo el tiempo libre del mundo. Aunque debemos reconocer que es más agotador buscar trabajo, que trabajar y que nos ocupa más de 16 horas al día. Un poquito más que la nueva jornada de trabajo aprobada por la Unión Europea (65 horas semanales de trabajo). Pero a la larga será una ventaja, estaremos acostumbrados y trabajar 65 horas, si es que tenemos la suerte de hacerlo, no supondrá un gran esfuerzo. El problema será generar trabajo suficiente para colocar a los parados durante 65 horas semanales, sin despedir a los que todavía están empleados.
Pero hablemos del tiempo libre que tenemos. Tiempo que nos permite por ejemplo realizar actividades o dejar de realizar otras que hubiera sido impensable hacer en otro momento. Por ejemplo:
DEJAR DE FUMAR
Es el mejor momento para dejar de fumar. Sin apenas estrés, porque no llegar a fin de mes no produce estrés laboral, con lo cual, no produce estrés. Y con el precio al que se paga la cajetilla. El estrés y el bolsillo serán nuestros principales aliados. Cuando sintamos la necesidad de fumar, caminaremos, ejercicio recomendado por todos los médicos del mundo para la cura de cualquier enfermedad. Si al volver sentimos que el mono del tabaco sigue llamando a nuestra puerta, lo ahogaremos con la ingestión de dos litros de agua. Cantidad de agua diaria recomendada. Dejar de fumar será como ahogar las penas en nuestra propia piscina a la vez que limpiamos los pulmones y los riñones trabajando el corazón.

HACER DIETA ACOMPAÑADA DE EJERCICIO FÍSICO:
Ahora, con el tiempo necesario para pesar los alimentos, para sumar y restar calorías, para hacer operaciones aritméticas que si no fuera por el intento de control de las mismas, nos hubiera parecido impensable hacer, y por toda esa clase de combinaciones alimenticias para no repetir y hacer más ameno algo que resulta de por sí aburrido y carente de toda clase de factores estimulantes, podemos hacer una dieta equilibrada. Saber lo que son 100 gr. de algo es primordial, pero tranquilos, en una semana se controla perfectamente. Con tiempo para cocinar y con una buena excusa con la que convencer al resto de la familia de que es necesaria una alimentación equilibrada y controlada durante un periodo de dos o tres meses, podemos ponernos en el peso ideal. Claro, que si el resto de la familia trabaja o estudia o está en edad de crecimiento sin problemas de obesidad, hacer la comida será un sacrificio y un sufrimiento que solo podremos intentar ahogar con dos litros de agua al día y un paseo en las horas del día en que el sol nos lo permita. Al menos una hora de paseo al día. Aunque eso no es problema en verano ya que podemos compaginarlo con natación u otro tipo de actividad física. El problema de la dieta se agrava cuando por falta de ingresos ésta pasa a no ser voluntaria. Mantener el tipo es realmente difícil y mantener una familia es realmente imposible en épocas como ésta.

LEER
Cuántas veces hemos dicho la frase: “Yo hace años que no leo porque no tengo tiempo. Cuando llego a casa después del trabajo enchufo la tele para quedarme dormido” Así una vez y otra, y otra, día tras día, afortunadamente año tras año. Ahora, es un buen momento para empezar. Quizá, si hubiéramos leído antes no hubiéramos llegado a esta situación, no hubiéramos dejado nuestro trabajo en manos de otros, quizá hubiéramos sido mejores ciudadanos acudiendo a votar más informados, quizá la situación en la que nos encontramos hubiera sido solución de todos, al igual que es un problema para todos o casi todos. Pero no es tarde, podemos empezar leyendo algo que realmente nos hubiera gustado leer hace años y que se encuentra en un rincón del salón, o que se perdió bajo las facturas que hoy se amontonan en un cajón de la mesita de noche. Es hora de sacar esas lecturas pendientes y terminar con ellas. Poco a poco nos iremos animando y nos haremos habituales de los periódicos que caen en nuestras manos cuando buscamos trabajo mientras nos tomamos un café. Con el tiempo, habremos creado un hábito que podremos mantener cuando volvamos al trabajo. Leer nos permite estar informados y dificulta a los medios de comunicación nuestra manipulación.

INFORMATICA
Quién no ha dicho alguna vez: “Debo ponerme las pilas en informática, no tengo ni idea y me estoy quedando obsoleto, dependo siempre de alguien”. Este es el momento. En casi todos los hogares con hijos hay un ordenador, en casi todas las ciudades hay cibers, no tenemos excusa. Podemos dedicar un rato después de los paseos a la lucha informática, al alocado mundo de internet, y en unos días habremos puesto nuestro Curriculum vitae en una de las más famosas páginas de ofertas de empleo. Claro que no hay páginas de contactos para encontrar empleo. Y tal y como está la cosa ahora, los son éstos los únicos que te pueden ayudar. No hablo de los primeros contactos que nos vienen a la cabeza, la economía, no permite caprichos.

PONERSE AL DÍA CON AMIGOS Y FAMILIA
De mañana no pasa. Voy a ponerme al día con los amigos y la familia. Mañana en cuanto me levante busco la agenda y preparo los teléfonos y las direcciones. Por la noche empiezo a llamar.
A la mañana siguiente después de encontrar la agenda y dejarla junto al teléfono empezamos ilusionados con nuestra rutina esperando ansiosos que llegue la noche. Por fin estamos decididos a reanudar nuestra vida social.
Es media tarde, ya falta menos.
Por fin las nueve de la noche. Estamos nerviosos. Algo nos está pasando. Nuestra mente empieza a inventar excusas para no realizar las llamadas se amontonan en nuestro cerebro. Excusas como:
“¿Qué voy a contar? ¿Para qué voy a hablar de mi situación? ¿Para qué voy a preocuparles?”
“Mejor lo dejo para mañana” Pensamos una vez más. Pero mañana nunca llega. Hasta que un día ocurre algo que nos da fuerza para marcar.
Y si esto ocurre con el teléfono, de escribir cartas, ya ni hablamos.

APRENDER EL VALOR DE LAS COSAS
El tiempo dicen, pone a cada uno en su sitio. No creo que sea nuestro caso. El paro no es sitio para nadie. Sin embargo, el exceso de tiempo bien aprovechado puede poner en su sitio las personas y a las cosas que nos rodean y que no hemos visto antes, como los vecinos que pasean a las mismas horas que nosotros, las flores del jardín que está cerca del portal, las tiendas que hubo hace meses y que hoy son locales con carteles de se vende o se alquila, poder ir a comprar el pan andando a la panadería o el supermercado más cercano y no comprarlo en la gasolinera que nos pillaba de paso cuando íbamos para casa, tomarnos tranquilamente un café en el bar del barrio con los que una vez fueron colegas. Hay un largo etcétera de cosas que podemos ver, admirar y de las que podemos disfrutar ahora que tenemos un tiempo que no queremos.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.