Sociopolítica

VIEJOS Y JÓVENES: Pasado, presente y futuro

El denominado “conflicto generacional”; es un hecho incuestionable puesto que de todas las civilizaciones de las que tenemos noticias; “la rebelión de los jóvenes es un hecho”; por tanto nada nuevo a lo que sucede hoy, si bien el hoy nos parece bastante más degenerado que lo de otras épocas. Posiblemente ello sea (yo creo) por que hoy en las sociedades consumistas, a los jóvenes se les ha dado muchísimo más de lo material, que de lo “inmaterial” y por tanto han sido mal formados prácticamente desde la cuna.

Ello unido a los gobiernos demagógicos que se han implantado y donde han fomentado “esa falsa libertad”, para los que no son otra cosa que seres muy inmaduros. Estos han aceptado de forma ya peligrosa, el que tienen infinidad de derechos (imaginarios la mayoría) y apenas o ninguna obligación o deberes… “los jóvenes sois los amos del mundo”; es lo que más o menos les han inculcado esos perversos demagogos, puesto que han necesitado a esa juventud para llegar al poder.

De ahí el que si antes se votaba a los 21 o 23 años, se bajase a los 18 y ahora incluso tratan de que voten a los 16. En España ya hay una ley “latente”, que autorizará a las mujeres a poder abortar incluso sin consentimiento o consulta a sus padres, a los 16 años de edad.

En lo que yo recuerde de mi vida de “joven rebelde” (sigo siendo un viejo rebelde); yo “tropecé” con mis mayores, pero nunca se me ocurrió “derrocarlos” y apropiarme de sus bienes. Opté por emprender nuevos caminos y logré situarme en la vida, contra viento y marea; puesto que en casa… “no todos estuvieron de acuerdo”. Por descontado que siempre respeté la jerarquía familiar, e incluso llegada la muerte de uno de los cónyuges y aún cuando la ley me permitía optar a la parte de herencia legal del fallecido… respeté su deseo verbal y aguardé a que muriesen los dos y luego recibí la parte que me correspondía.

Debo señalar que mi familia “era de las muy complicadas”; puesto que fueron dos viudos que se casaron, ambos con hijos y más hijos que vinieron después. Aún así, aún convivimos todos y nunca “llegó la sangre al río”.

Por lo visto esto es excepción o no es tan abundante como debiera. Y lo afirmo por cuanto mis relaciones con los jóvenes, en esta faceta de “escritor o articulista”; en general me crea más enfrentamientos y descalificaciones que lo que debiera ser normal. Y al decir ello vuelvo a mi época de joven y donde mi atracción por estar cerca de los viejos y oírlos hablar, era algo que me ha sido útil toda la vida posterior. Es por lo que no comprendo esa “arrogancia” (por denominarlo de alguna manera) de tanto joven “sabeor” y que en mayoría, aún no han sabido ni ganarse su pan de cada día; cosa que yo sí que supe y desde muy niño; sencillamente por que las circunstancias mandaban.

Hay excepciones y también aparecen jóvenes más sensatos, más templados, quizá más formados por “las luchas en la vida verdadera”; y a alguno de ellos en un debate le he dicho lo que sigue:

Agradezco el reconocimiento y con ello me siento bien pagado, puesto que trabajo gratis y lo hago con convicción; ya que como bien dice uno de ustedes; SOMOS LOS VIEJOS; el poso de sabiduría para las nuevas generaciones y siempre fue así y así debe seguir siendo si de verdad se quiere progresar. Hay que unir la experiencia de los vivos a la que nos legaron generaciones anteriores y que nos llega vía libros o vía oral. Quizá convenga ir pensando en instaurar de nuevo los tribunales de los viejos o CONSEJO DE ANCIANOS, vista la administración de la justicia que nos asola. Esto funcionaba bastante bien para frenar la tiranía del “jefe” y que los abusos no fuesen por imposición de nadie en particular.

No todo lo del pasado es bueno, no, ni mucho menos; pero la inteligencia es la que tiene que anular lo pernicioso del pasado y aceptar y enriquecer; lo bueno que siguen transmitiendo los viejos y que han de perfeccionar los jóvenes, que (no se olvide este detalle) también llegarán a viejos y se supone que querrán ser oídos y respetados como tales.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.