Economía

Blanco y en botella (La tasa de desempleo en España duplica a la de los países ricos)

Si la crisis que nos ha asolado estos últimos meses y de la que estamos saliendo de manera paulatina ha sido la misma para todos los países, entonces ¿por qué las tasas de desempleo se comportan de manera tan desigual entre el resto de países desarrollados y España?

En principio, no estamos peor que ellos, de hecho España pasa por ser el país con el sistema financiero más saneado, así que lo único que la diferencia es el excesivo peso del sector de la construcción en las fases previas a la crisis, nada más.

Hay que buscar algo en lo que seamos diferentes, algo que cuadre el círculo, y no hace falta buscarlo muy lejos, basta con echar un vistazo a la regulación laboral.

España cuenta con una regulación laboral excesivamente rígida y dual. Es un marco regulatorio obsoleto, basado en los regímenes laborales de los años 60, y no ha evolucionado acorde con los cambios que se han producido en las necesidades laborales y empresariales con la llegada de las nuevas tecnologías.

Para empezar, no puede permitirse que sigan existiendo contratos temporales y contratos indefinidos, porque invitan al fraude y atentan contra la estabilidad laboral. Debería de existir un único contrato, el indefinido, complementado con contratos por horas que pudieran paliar fases de necesidad de las empresas.

Pero para que se pueda vivir con un único contrato indefinido se tienen que rebajar las indemnizaciones por despido. Ningún empresario es tonto, y la única razón por la que despide a un trabajador es por baja productividad de este, en cuyo caso se lo merecía, o por pérdida en los beneficios empresariales, en cuyo caso mejor perder un trabajador que todos los de la empresa.

Sin embargo, rebajar las indemnizaciones por despido (yo abogo por dejar el despido gratis para los empresarios) debería acompañarse por políticas de formación continua financiadas a partes iguales por administración y empresas, para que los trabajadores pudieran reciclarse de manera sencilla si tuvieran que dejar la empresa para la que trabajaran.

De esta manera la administración se ahorraría gran parte del subsidio de desempleo del trabajador, ya que éste encontraría otro trabajo antes, y la empresa mantendría a su trabajador el máximo tiempo posible, porque estaría actualizado en todo momento.

Una formación continua no exclusiva de un sector en concreto, sino en materias generales que permitieran saltos sectoriales en períodos de necesidad, para evitar situaciones como la que ha provocado el cráter de la construcción.

Esta es la única forma de conseguir que España deje de ser ‘different’ cuando se habla de tasas de desempleo y consigamos converger realmente con nuestros vecinos europeos.

Así que basta ya de demagogias sobre la reforma del marco regulatorio del mercado laboral. Es algo sobre lo que hay que reflexionar y obtener conclusiones que mejoren la situación actual.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.