Sociopolítica

DROGAS: ¿Por qué no se legalizan? ¿Por qué tanto remilgo?

DROGAS: ¿POR QUÉ NO SE LEGALIZAN?

Hace ya bastantes años que vengo diciendo (y ahí están mis artículos) que las drogas deben legalizarse y por tanto ponerse de venta libre, pero eso sí controladas por el Estado y para un mejor y “beneficioso” efecto dentro de lo pernicioso de este negocio. Recordaré una vez más los argumentos que me motivaron a ello y que pasado el tiempo no me han hecho cambiar de opinión, sino por el contrario afirmarme.

Y ello es así por cuanto y pese a lo que dicen o hacen las autoridades, cada vez se consumen más drogas, cada vez circulan clandestinamente más cargamentos, cada vez se decomisan más y en definitiva todo ello no es otra cosa que el rotundo fracaso de un control imposible, puesto que drogas se venden en cualquier rincón geográfico de todo ese amplísimo mundo donde dicen perseguir su circulación, pero donde se permite su consumo, cosa incongruente por demás, puesto que la lógica en ese sentido sería prohibir las dos cosas, circulación y consumo.

A mi entender esa prohibición lo que hace es excitar aún más a los que careciendo de voluntad para afrontar sus problemas, buscan el evadirse de ellos en el consumo de esas drogas que no es que les vayan a quitar los problemas, pero mientras están drogados creen que están liberados de los mismos.

Días atrás, leo ya sin asombro ninguno, el que han intervenido en España un alijo de cocaína, que estaba mezclada con cemento; lo que imagino será algo que acentuará lo nocivo del producto; pero como éste se vende “a precio de oro”, los traficantes adulteran la mercancía con otras substancias para exprimir más aún a los que se drogan, la criminalidad y sin escrúpulo alguno va al negocio máximo.

El Estado (me refiero al español, pero deduzco que otros serán similares) ni sabemos la cantidad de personal y medios que tiene dedicados a este asunto, pero cuyo costo al contribuyente debe ser tan cuantioso que debieran cuantificarlo, para que al menos supiésemos lo que cuesta… “un aparato que al final no sirve para nada”.

Piense el que esto lea e imagine, desde al miembro de la policía o guardia civil que tienen que estar de servicio, en turnos de todas las horas del día y año; en el aparato judicial, en la cantidad de todo tipo de vehículos dedicados a ello y que van desde helicópteros, a diferentes tipo de naves, pasando por infinidad de otros vehículos a motor y que circulan por carretera. Pensemos igualmente en la enorme cantidad de presos por delitos de drogas y que hay que mantener en las penitenciarías y sin olvidar todos los gastos de medicina y sanidad que conllevan las secuelas que produce el consumo de drogas.

Y por último, pensemos en la cantidad de corrupción que hay y que alcanza desde al aparato judicial, pasando por el de las policías y terminando en vete a saber cuántos estamentos oficiales o no oficiales. Todo ello es debido a los enormes capitales que se mueven en este inmenso negocio (de los primeros de todo el comercio mundial) y que permite toda esa podredumbre y de la que sólo recibimos los gastos que ocasiona y que hay que pagarlos vía impuestos ya abusivos o insoportables.

Y no son sólo gastos en moneda, hay otros enormes gastos que dejo los imagine el lector y que por llegar a un extremo; son los que están ocasionando crímenes execrables y masivos, como los que se cometen en esa ciudad mexicana y fronteriza con USA y donde los traficantes de drogas, se dice son los dueños de ese territorio y… otros más de México y otros lugares del mundo. ¿Es precisamente ese mundo obscuro y en el que vete a saber quienes ya están pringados… el que impide esa legalización? Puesto que de no ser así, por qué no se trata de regular este inmenso comercio.

¿Por qué entonces no se legaliza y del mismo se extraen cantidades enormes de ingresos como impuestos, hoy tan necesarios para paliar la enorme crisis que tenemos?¿Tenemos que soportarla sólo los que estamos “en la legalidad”?

Y no me vengan con remilgos, que hay que situarse en la realidad cruda y dura del momento que vivimos; y en éste, reitero… “cualquiera puede comprar cualquier tipo de droga en cualquier lugar donde esta se consume” y eso lo sabe hasta el más idiota.

Controlada la venta, los impuestos que se recaudaran, parte de los mismos bien podían emplearse en educar a la gente y quizá así, hubiese menos consumo; pero de la forma en que va “la marcha”, ya lo estamos viendo… y reitero; cada vez se consume más y por tanto el daño cada día será mayor.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.