Sociopolítica

Guardias civiles jardineros, albañiles y…

Recuerdo que cuando me llevaron a la obligatoria “mili”; en aquellas levas militares y en que éramos requeridos todos los hombres “sanos” (los enfermos o tarados que los mantuviesen sus padres); llegados al campamento (yo lo padecí)… éramos obligados a realizar trabajos de todo tipo y con lo que el Estado (¿o eran los militares que de esta forma se ahorraban dineros que derivarían vete a saber dónde?) se ahorraría grandes cantidades de dinero.

Así fuimos obligados, desde a blanquear y barrer los barracones (ni nos dieron escobas y hubo que improvisarlas yendo al campo por ciertos ramajes) hasta el montar miles de literas metálicas, hasta formar unidades de tres “pisos”, previo transporte de todos los elementos, que a algunos nos costó tener, como los burros de carga… “matauras en el lomo” (palabras de la jerga del arriero) y todo ello, vistiendo aún nuestras propias ropas, ya que los uniformes nos los dieron después de todo ello, quizá por cuanto “había que ahorrar gastos al Estado”. Fueron “las delicias” de unos cientos de reclutas, que antes aún de enseñarnos la instrucción militar, nos explotaron como “bestias de carga”, en el Campamento Álvarez de Sotomayor, en Viator (Almería). Fue en 1960 y puedo decir que allí pasé, los 118 días peores de mi vida, puesto que más que “soldado”, en principio y debido a lo relatado, me consideré prisionero condenado a trabajos forzados y sin saber el por qué de ello. Eso sí, mientras a los reclutas destinados a España les pagaban 0,50 céntimos por día; a los que íbamos a África, nos pagaban 1,15 pesetas; o sea lo justo para las cuchillas de afeitar, el jabón y poco más.

Podría contar muchas más cosas sobre cómo fuimos utilizados como criados; pero de momento lo dejo aquí. Y si lo refiero como preámbulo, es por la noticia que copio literalmente y que no me sorprende en absoluto.

“HAY GUARDIAS CIVILES EJERCIENDO COMO JARDINEROS O PELUQUEROS” (titulares). Madrid: “La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denunció la existencia de 3.000 (tres mil) guardias civiles en puestos de funcionamiento donde desempeñan labores de albañilería, peluquería, jardinería, fontanería o conducción de coches oficiales, entre otros trabajos ajenos a la seguridad”.

Aparte de estos “regimientos” de “militares uniformados”, vete a saber la cantidad que hay dedicada a “guardar espaldas, chalés, pisos y personas relacionadas con los políticos de más o menos alto cargo (y paga) y de otros menesteres que ni sabemos, puesto que vas a un pequeño juzgado y allí hay sentado un guardia civil; lo mismo que los hay en otros edificios oficiales”.

Curiosamente la noche anterior a la publicación de la noticia arriba señalada y que apareció en un diario local; en una de las cadenas de televisión nacionales (creo recordar fue la tres); en un reportaje a camioneros, uno bastante indignado y que anda por carreteras nacionales e internacionales, bastante cabreado dijo más o menos lo que sigue, al locutor y cámara que tomó las declaraciones e imágenes.

“Sí, a ver si difunden ustedes lo que estamos padeciendo en las carreteras y en los aparcamientos o áreas de servicio, donde tenemos que detenernos; que nos atracan y roban con gran frecuencia, hasta la cartera… que a ver si aquí hacen lo que los franceses hacen en estos lugares y donde la gendarmería francesa, tiene un buen servicio que impide estos robos tan frecuentes en España; de noche no ves un guardia civil por estos lugares”.

No es que esto tampoco nos pueda sorprender, visto la cantidad de robos y atracos que existen aquí y que incluso en el campo, los agricultores están igualmente hartos de robos de cosechas, maquinaria, animales, etc.; puesto que se detectan ya hasta bandas de cuatreros que roban el ganado en manadas.

Y luego sale el ministro del interior con toda la cara… arrugada y nos dice que aquí la delincuencia disminuye, cuando la realidad es que soportamos ya una plaga incalificable y luego comprobamos, que hombres (también hay mujeres) que en las academias los preparan para unos cometidos, los derivan y aprovechan como domésticos y puede que los empleen como nos empleaban a nosotros en la mili… “para hacer servicios particulares y no solo en los acuartelamientos, sino en las viviendas de los suboficiales, oficiales y jefes militares”. ¿También emplean en ello a estos diplomados en las academias de mi tierra? Digo ello por que en mi provincia hay dos; una en Baeza y otra en Úbeda. Sí… España es diferente y no cambia.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más temas)

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.