Tantas veces mintió Pedro sobre la llegada del lobo que cuando éste vino de verdad ya nadie le creyó, pues algo parecido le sucede a Zapatero, tantas veces nos ha mentido sobre sus medidas que ya nadie le cree, ni tan siquiera cuando la medida llega de verdad.
La metodología política de Zapatero es simple y tramposa, una metodología basada en la repercusión mediática de medidas lanzadas a los medios con antelación a ser tomadas para poder comprobar el calado y la aceptación que estas tienen en la opinión pública.
Una metodología que no ha podido utilizar en las últimas medidas antidéficit porque tenía que ver el órdago que le habían lanzado desde la Unión Europea y no tenía tiempo para plantear globos sonda, porque el tiempo se le acababa y la partida llegaba a su fin.
Sin embargo, Zapatero siempre regresa a sus fuentes, porque sabe que éstas le han dado resultado en el pasado, ha ganado sistemáticamente, todas las elecciones a las que se ha presentado, siempre a través de su metodología y a ella se aferra en tiempos de crisis.
No se da cuenta el Presidente de que ya le hemos calado, que la opinión pública ya no ve sus políticas mediáticas venidas atrás como una estrategia de buen gobernante, como una manera de gobernar para el pueblo, no, la población entiende que se trata de una manera de improvisación como otra cualquiera.
Porque he insistido en ello, pero nunca me cansaré de seguir insistiendo, la política económica de Zapatero se mueve a base de improvisaciones, a base de ideas felices de sus asesores y Ministros. Carece de un patrón de funcionamiento, de un modelo sobre el que sostenerse, y ello provoca incertidumbre en los mercados financieros, inestabilidad en los mercados reales y tocata y fuga en los mercados laborales.
