Sociopolítica

Hoy… “no hay Cicerones”

            Cuando esto escribo, acabo de oír en una tertulia de economía, que el Estado español y a través de sus infinitos tentáculos recaudatorios, controla al final casi el cincuenta por ciento de lo que produce España (concretamente se habló del 47/48 %).

            La mayor parte de ello lo recauda a través del consumo y como impuestos indirectos y de los que nadie puede eludir. Ello confirma lo que escribí hace tiempo y en que afirmaba el que… estábamos situados en un sistema, “medio comunista”; puesto que sabido es que el comunismo controla todo y el aparato dominante (un capitalismo extremo camuflado) es el que luego reparte a su capricho.

            El comunismo fracasó y los residuos que quedan están “muertos de hambre” y con la población tan impotente y aborregada, que le han quitado lo que nunca se le debe quitar al ser humano; a saber… su propia iniciativa emprendedora.

            En este “medio comunismo español”, ya predomina esa enfermedad que acaba con cualquier sistema económico, o político (¿social?), puesto que al final, éste que nos exprime y nos ha arruinado; lo ha hecho precisamente por no fomentar el individualismo y su iniciativa creadora… (que no olvidemos que al final beneficia a todo el conjunto); y al ir subvencionando, o mejor dicho,  comprando voluntades; ha creado tal situación de dependencia, tanto en individuos como en corporaciones de todo tipo, incluidas las parasitarias y que presumen de empresariales, sin haber tenido nunca ni la menos idea de qué es una empresa y como funciona en la libertad de mercado.

            Pero es así como se sostienen este tipo de sistemas híbridos y sin tendencia (aparente) y los que como tales… “sólo se mantienen mientras el tesoro público aguanta”, puesto que en su hibridez… “no pueden engendrar aumento de recursos, sino todo lo contrario”… y a la vista están los resultados, la depresión a que nos han llevado (también en otros países, pero mucho menos que en España) y el estancamiento actual, el que se sostiene sólo sobre la base de un endeudamiento constante y creciente, ya de forma que ni podemos saber a que destino nos llevará el hipotecar tan grandemente el futuro de los  que… “incluso no han nacido aún”.

            Se habla de “privatizar” y hay países que ya han privatizado, hasta los sistemas carcelarios, protección civil (guarda espaldas o “policías paralelas”), autovías, autopistas y no se cuantas cosas más; lo que demuestra que un Estado “monstruo”; llega un momento en que se queda anquilosado y no por otra cosa que por multitudes de funcionarios (parásitos) que no debieron entrar nunca en una función en la que no harían otra cosa que colapsarla.

            Todo ello debe hacer pensar a los responsables, si es que los hay (puesto que la realidad nos dice que los que gobiernan, gobiernan para sí mismos y “su panza y su bolsillo”); el que estos sistemas, necesitan reformas y no pequeñas; y que si las mismas no se hacen y con “el tipo de cirugía” necesario, las catástrofes irán llegando y llegado ese momento, mejor ni pensar en lo que resultaría tras ellas.

            Los derroches enormes y de todo tipo improductivo que se han realizado irresponsablemente, pasan la factura, puesto que milagros en economía o en avances sociales, no existen.

 

Todo avance verdadero ha de sostenerse sobre la base de una planificación exhaustiva y eficaz, basada en el buen gasto público, el ahorro y ello, para tener reservas para mantener lo que sea y en un largo futuro… sea ello, un jardín público o una costosísima línea de un muy moderno ferrocarril, pero que su instalación es ruinosa para un muy largo futuro; todo lo que estatalmente se haga, ha de ser sostenible en un largo futuro, si no es así, no se debe hacer.

 

No se puede (no se debe) gobernar un corto período de tiempo, hacer con el dinero público lo que mejor le parezca al gobernante (sea un alcalde de pueblo o un presidente nacional) y luego marcharse, dejando un lastre enorme, que el que llega tras ese irresponsable, no podrá rehacer y lo que suele ocurrir (como estamos viendo) es que y para destacar; sigue haciendo malgastos de forma enorme y absurda y el resultado es (y es lo que nos ha arruinado) los grandes (o insalvables ya) déficits públicos y a todos los niveles de unas administraciones públicas incontroladas de forma temeraria.

Por tanto y para que los políticos no puedan desmadrarse, hay que arbitrar leyes, para que estos sepan que han de responder ante la ley.

Lo que está ocurriendo, ya lo denunciaba y con la fuerza de un verdadero hombre público el que y jugándose el pellejo, gritó.

            “El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la Deuda Pública debe ser disminuida, la arrogancia de los Funcionarios Públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado.”
            Lo dijo Cicerón y nada menos que 55 años antes de Cristo.
 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.