Economía

Datos de desempleo octubre 2010

Tan felices que nos las prometíamos con la última oleada de la Encuesta de Población Activa, y ahora nos llega el desempleo registrado y nos da otra bofetada en la misma mejilla, en la mejilla del incremento permanente y sostenido, ese sí, del paro, que así le llaman algunos expertos cuando lo que quieren decir es desempleo.

Hoy hemos conocido una nueva cifra negativa, muy negativa, y ya no vale como excusa el hecho de que octubre sea tradicionalmente un mal mes, justo al final de la campaña de verano, porque la sensación que queda en la ciudadanía es que el Gobierno no está haciendo todo lo que debería.

Porque la reforma laboral que se aprobó hace nada no va a resolver el problema, ya que en lugar de atacar a la rigidez estructural de nuestro sistema se dedica a parchear las grietas que se empezaban a adivinar con el objetivo de contentar a todos, aunque al final no ha contentado a nadie.

Y es que una reforma laboral de altura, para la que tendremos que seguir esperando, debería basarse en la mejora de la productividad de nuestra fuerza laboral y de la competitividad de nuestras empresas, conceptos, ambos, que se mejoran con el incremento del valor añadido de los trabajadores, lo cuál sólo se obtiene a través de una formación eficaz y eficiente.

Una formación encaminada a formar al trabajador como fuerza laboral, no como fuerza laboral dentro de una empresa en concreto, para que pueda desarrollar la misma función, u otra, en un ambiente empresarial diferente, facilitando su reciclaje laboral en caso de despido, siempre involuntario, por ambas partes, tanto por parte de la empresa, como por parte del trabajador.

Esta facilidad para el reciclaje laboral ayudaría a la reducción de los costes laborales realizando un recorte drástico en los costes de despido, una de las grandes barreras a la contratación para los pequeños y medianos empresarios (la inmensa mayoría de nuestro censo empresarial), que debería de verse acompañada de un ajuste por escalas de la cotización a la seguridad social de los empresarios por sus trabajadores.

Pero los políticos son presos de los tiempos electorales y ya no quedan estadistas con miras de futuro, capaces de anteponer los intereses del país a los suyos propios como cargo público, por lo que seguiremos aguantando la que nos está cayendo.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.