Sociopolítica

No es el oficio el que dignifica al hombre, sino el hombre al oficio

 

Uno de los ejemplos, más impresionante y admirable, de resiliencia personal es el de Víktor Frankl, un médico psiquiatra, judío vienés, que fue detenido en 1942 por los nazis, y conducido junto a su mujer y sus padres a Auschwitz, siendo él, de los cuatro, el único superviviente del holocausto. Al ser liberado en 1945 por el ejército norteamericano, escribió “El hombre en busca de sentido”, obra en la que narra la vida de un prisionero de un campo de concentración. Lo hace desde una perspectiva de psiquiatra, y en dicha obra expone algunas de las más reveladoras ideas que luego dieron lugar al desarrollo de la corriente psicológica conocida como Logoterapia.

Habiendo sido despojado de sus seres queridos, de los pacientes de su tan querido hospital, y de un libro que estaba a punto de publicar, Frankl reflexionaba: “Me encontraba solo con mi existencia literalmente desnuda; todo mi sentido anterior estaba perdido en ese momento…. y apareció un nuevo sentido: ¡Sobrevivir!”, y se prometió a sí mismo dos cosas: que no se quitaría la vida como muchos de sus compañeros, y que aprendería algo de aquél terrible lugar para después ponerlo al servicio de la humanidad. Y vaya si lo consiguió: Frankl vio escrito el nombre de este, su libro, en la biblioteca del Congreso de Washington D.C., en la lista de los 10 libros que se consideran que han cambiado el curso de la humanidad.

La escritora colombiana, Laura Restrepo afirmó muchos años más tarde, en 2003, que la Logoterapia es “… una propuesta ‘para vivir’ ‘para aprender a vivir’ lo cual va mucho más allá del simple ‘sobrevivir’”. En el mundo de la empresa, quizá debido a que pasamos cerca del ochenta por ciento de nuestro tiempo trabajando, esta corriente, está teniendo fuertes implicaciones, y así, últimamente, no son pocos los expertos en gestión de empresas que, en sus ponencias y en sus cursos, hacen referencia a Viktor Frankl, y a su legado intelectual, que representa a la perfección, la capacidad de liderazgo en condiciones de absoluto infortunio. Alex Pattakos, Director del Center for Meaning, en su libro: “Los principios de Viktor Frankl aplicados al mundo del trabajo”  (Paidós, 2008), afirma que “las empresas deben volver la vista atrás para encontrar en Frankl ese significado vital que los directivos y empleados han perdido.”

El trabajo, concebido como empleo, ha sido considerado de distintas maneras por diferentes culturas y religiones, y en función de dichas concepciones, se ha vinculado la persona al mismo. De cómo concibamos la finalidad de nuestro trabajo, dependerá el sentido que le demos. De la Logoterapia de Viktor Frankl, se deriva una teoría de la motivación, por la que se considera que la principal búsqueda del hombre, es la búsqueda de sentido en lo que hace. Si una persona encuentra en su puesto de trabajo respuestas que den sentido a lo que hace, su desarrollo laboral estará lleno de compromiso y tesón.

Al ser preguntado, un prestigioso consultor que trabaja en la capacitación emocional de directivos, sobre si los profesionales encontraban sentido a lo que hacían, contestaba: “Trabajo con muchas empresas donde sólo veo personas muertas en el trabajo diario. Tenemos que responder a cómo podemos encontrar nuestro sentido y nuestra motivación interior. Tenemos que centrarnos, y vivir estos principios y compartirlos con otros. Y esto es urgente. 

Como realizar esto, parece harina de otro costal, y sin embargo, si atendemos al legado intelectual del Dr. Frankl, todo trabajo nos conduce hacia el desarrollo de un sentido que tiene que ver con lo que yo, por el resultado de mi laborar como profesional o como persona, entrego al mundo. Para que se pueda producir un cambio en este sentido, y desde estos postulados, se hace absolutamente necesaria una estrategia basada en el crecimiento personal de las personas a nivel individual, sin obviar en ningún momento la importancia que tiene en todo esto, la propia estructura de las empresas y organizaciones, habiendo de fomentar y promocionar que sepan aumentar la identidad de la plantilla, que se enfoquen hacia las personas, que estudien y establezcan criterios de recompensa, o que aumenten la tolerancia en las situaciones de conflicto, como algunas de las intervenciones que es preciso introducir.

Muy al contrario del ideal teórico, y muy a menudo, al ser incapaces de encontrar sentido a lo que hacemos en el trabajo, establecemos una separación radical y estricta entre Vida y Trabajo, y así cuando se sale de trabajar, es cuando se intenta buscar un significado a la vida. Trabajo y Vida, Vida y Trabajo, no deberían tener fronteras tan imposibles. 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.