Quienes leen mis artículos saben que desde hace ya bastantes años; vengo diciendo que los presos a trabajar; y el razonamiento es muy sencillo y entendible por cualquiera por poca inteligencia que posea; y es el siguiente… “si el no condenado a cárcel ha de trabajar para sostenerse y si tiene familia sostener a la misma, por qué el condenado a prisión no ha de trabajar y por una obligación más a añadir.
Esa obligación a añadir es la siguiente; si ha atentado contra los intereses del Estado y éste ha de mantenerlo; lógico que trabaje para él en todo el período de su condena. Y no en lo que él quiera, sino en los diferentes trabajos que un Estado organizado, debe tener previstos para aprovechar toda ésta mano de obra y en muchos trabajos que no se realizan por falta de “manos”. Trabajos que dejo a la imaginación del político los busque puesto que hay muchos… muchísimos; y bastantes de ellos crean muchos daños cada año y por el abandono o mantenerlos ignorados por ni que decir cuanto tiempo. Prevención de riadas, incendios de bosques, regeneración de playas y costas, carreteras y caminos, parques naturales, entornos monumentales y cientos de cosas más.
Lo que es absurdo e incluso perjudicial para “la salud” de los presos, es mantenerlos encerrados de forma concentrada o masificada y entretenerlos en cuatro chuminadas, dejándoles tiempos libres, que muchos los emplean en perfeccionar técnicas para ampliar sus “carreras delictivas”, puesto que en las mismas cárceles, ya hay “catedráticos en las materias”.
Y la mejor enseñanza (pienso) debiera ser, “el enseñar a trabajar y trabajar duro a muchos que no han dado palo al agua en su vida” y que siempre vivieron al margen de la ley; y enseñarles la vida real, del hombre o mujer, que por el contrario, tuvieron que engancharse al carro de la vida y trabajar para vivir lo mejor que cada cual ha podido.
En España hay hoy alrededor de ochenta mil presos (¿qué podrán realizar en pro del Estado que los mantiene?); cantidad similar a la de Inglaterra (o Reino Unido) la que nos supera en población en un cincuenta por ciento o más; y en la que ya un político, estadista (de los que hoy casi no hay) ha declarado públicamente lo que sigue.
“Cameron quiere que los presos trabajen ocho horas al día (titulares) “Necesitamos que tantos presos como sea posible trabajen duro durante las habituales horas de trabajo” – “Cobrarían el salario mínimo y una parte del mismo se destinaría a compensar a las víctimas” – “El Gobierno británico quiere acabar con la forzada holgazanería” (hasta levantarse de la cama es opcional) de la población reclusa y ponerlos a trabajar”.
Los párrafos arriba reflejados, son copia de un reportaje muchísimo más amplio y que pueden encontrar en el diario ABC del 06-10-2010; recomendando su lectura puesto que abre unos horizontes que hoy nadie se atrevió ni a tocar.
Y es que los inútiles y nefastos políticos de lo que se denomina “mundo civilizado” (que ya es muy discutible ello) han ido llenando de tal forma a la sociedad, de derechos, que olvidaron totalmente las obligaciones; y un mundo o sociedad sin obligaciones, no llega nada más que a donde ya hemos llegado; a que en general (y sálvese el que pueda) “se cree con derecho a una buena vida y cómodamente vivida, sin apenas desarrollar esfuerzo alguno, puesto que se cree que por el mero hecho de haber nacido, la sociedad que lo soporta ha de mantenerlo totalmente dotado”.
Ya está bien de mentiras y engaños; hay que enseñar de nuevo que la marcha de una sociedad más justa, empieza con las obligaciones que cada individuo y según el lugar que ocupe en la sociedad, ha de cumplirlas y dando ejemplo a los demás; y ello hay que interiorizarlo cada cual en su caletre, y va… “Desde al propio rey o jefe de gobierno, hasta el último de los habitantes que circulen o residan en la sociedad. Así de claro y así de sencillo”… ¡¡Ya está bien de privilegios, estamos hartos de mantener a parásitos!!
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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