Sociopolítica

El gran crimen político

Sin ilusión todo está perdido

 

            Se habla y se escribe de grandes crímenes que la política cometió y sigue cometiendo sobre los individuos, pueblos e incluso naciones; los que y por el derecho de conquista o de la fuerza bélica, los expolian, los arruinan, los devastan y no les dejan levantar “cabeza”; no creo necesario señalar a ninguno, simplemente vean la actualidad más o menos reciente y si repasan la historia, es como para echarse a llorar.

            Pero a pesar de lo execrable de todo ello y la impunidad con que se actuó y se sigue actuando, hay para mi un gran crimen del que muy pocos hablan o escriben, puesto que ello no se nota en esa gran selva cual es la “desinformación informativa”.

            Para mi es y se trata de la… “ILUSIÓN”: están acabando o han acabado con la ilusión del ser humano; han acabado o están acabando con ese ingrediente intangible pero existente y que es el motor de cualquier obra humana, grande o pequeña y sin el cual, el ser humano queda aplastado, hundido, sin apenas esperanzas o a lo sumo, la del vil mendigo que para vivir ha de mendigar e incluso fingir, degradándose todo cuanto podamos imaginar y que se ve a simple vista en muchos de los casos; simplemente mire a su alrededor y trate de analizar.

 

            Hablo como español y por tanto profundizando en la situación actual de España; aún cuando reconozco que esa enfermedad no sólo afecta a esta nación, sino a la gran mayoría de las del resto del mundo, pero sí que y visto los acontecimientos de los últimos años; sobre todo desde que entro a “mangonear” (no a gobernar y mandar que son cosas muy diferentes y que suelen hacer los verdaderos estadistas) el nefasto y devastador Zapatero, actual presidente de esto que dicen es “el Gobierno de España”.

            Aquí han acabado prácticamente con la ilusión, con el afán de emprender, con el empeño de crear, producir; en definitiva con el innato deseo del ser humano (hombre o mujer) que de verdad quieren ser artífices de su obra, vivir de ella, crear riqueza y bienestar para sí mismos y para muchos otros, pero luchando igualmente con las reglas humanas y de libre empresa o libre comercio, para en competición humana, conseguir cada cual las metas que se propusiera en la vida y que muchos logramos en otras épocas; si bien mucho más duras en principio (década de los cuarenta en el pasado siglo) luego mejoraron lo indecible, para que muchos (infinidad) de españoles, nos pudiésemos realizar en aquellas empresas que nos atrevimos a iniciar; la mayoría de nosotros partiendo cuasi “de la nada”; incluso en la principal, o sea adquirir cultura.

            ¿Qué ocurre hoy? La mayoría de la juventud lo puede testificar (dejemos las minorías selectas que siempre las hay y en cualquier régimen de gobierno); y lo testifica con su proceder cotidiano; con sus comportamientos desilusionados o francamente, huidizos (por no calificar mucho peor: que se puede) y no queriendo asumir responsabilidades; muchos de ellos viviendo como parásitos de los fondos de la familia, de las pagas que cobran sus padres, incluso jubilados o… “chupándose hasta el último céntimo de unos ahorros de sus progenitores y que no saben valorar; el tiempo, el sudor y las lagrimas que a muchos les costaron”.

            Si observamos el entorno; veremos la desilusión que invade a la sociedad; comercios que se cierran muchos más de los que se abren; gentes buscando denodadamente y a costa de lo que sea… el “enchufe público”; el puesto sin responsabilidad pero con paga segura; muchas veces mucho más elevada de la de aquellos que aún tienen trabajo y tienen que sudar cada euro que cobran.

            Empresarios arruinados muchos de ellos, por la presión e informalidad en las deudas contraídas entre una administración irresponsable y que ya no recauda, en muchos casos, ni para pagar a las mostrencas plantillas de empleados que han contratado, etc. etc. etc.

            Varias decenas de miles de empleados públicos (por oposición) se han rebelado públicamente, el pasado trece de noviembre, ante el gobierno autonómico de Sevilla; puesto que los que mandan, quieren hacer fijos y de plantilla, nada menos que alrededor de cuarenta mil “enchufados a dedo” y que los metieron, en una administración ya sobrecargada y que está en la ruina… y digo ruina y lo mantengo, puesto que cualquier empresa privada, en la situación que muchas de las “oficiales”, simplemente estarían en los juzgados y en quiebra, teniendo que responder ante todos sus acreedores.

            Si… todo ello y mucho más, es el crimen que comento… ¡Han matado a la ilusión de infinidad de seres humanos que alguna vez la tuvieron!… y resucitar esa ilusión, va a costar ni se sabe… y los inútiles políticos (todos) ni lo saben y si lo saben, mucho peor aún; puesto que no han empezado a crearla.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más)

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.