Economía

El Barcelona anunciará Qatar en sus camisetas: Los intereses creados

No ha sido hasta bien entrada la tarde cuando he decidido que este artículo debería de ir en la sección de Economía en lugar de en la sección de Deportes, porque poco tiene que ver con lo segundo y sí mucho con lo primero la decisión del Fútbol Club Barcelona de mancillar su impoluta camiseta (crematísticamente hablando) colocando la publicidad de Qatar Foundation (ahora con otro nombre), responsables y organizadores del Mundial de 2018 que se celebrará en el Emirato por obra y gracia de la FIFA.

Desde un punto de vista puramente económico poco se puede decir sobre esta decisión, respetable y largamente esperada, porque es evidente que el no utilizar el recurso de la publicidad en las camisetas estaba perjudicando a las finanzas del club blaugrana, que ahora no lo notaban gracias a los éxitos deportivos, pero que acabaría pasando factura.

Sin embargo, sí que hay un aspecto que chirría cuando se analiza detenidamente la elección y las miradas se escapan sigilosamente hacia los lazos que unen al actual Presidente del Barça, Sandro Rosell, y a Qatar, lazos que se remontan a tiempo atrás cuando el empresario comenzó a organizar la captación de jóvenes talentos futbolísticos alrededor del mundo para conformar una Selección qatarí competitiva para la cita mundialista.

Porque no todo vale cuando se comercia con un sentimiento tan arraigado como el de los colores futbolísticos, y lo digo desde la acera de enfrente, siendo madridista de pro no me puedo imaginar al Real Madrid luciendo en su camiseta publicidad del tono “China Foundation” o “Cuba Foundation” o “Corea del Norte Foundation”, porque el dinero que casi todo lo puede también debería de encontrarse con un límite de estética escrupulosa.

30 millones, como 30 monedas de oro, son muchos millones, no lo duda nadie, pero nada que no hubiera pagado cualquier empresa por lucir su publicidad en el equipo de moda, el equipo del momento. La elección de Qatar más tiene que ver, por tanto, con los intereses creados por Sandro Rosell (y parece que últimamente también por Guardiola) en el Emirato, a imagen y semejanza del “tufillo” (“Emanación gaseosa que se desprende de las fermentaciones y de las combustiones imperfectas”) que supuso la elección de la sede mundialista.

Poderoso caballero es don dinero, y no lo digo yo, pero lo suscribo y lamento que personas de la importancia empresarial como el Sr. Rosell (el verdadero generador de la marca Nike en Europa) pongan un cargo tan importante como el de Presidente del Fútbol Club Barcelona a libre disposición de unos ricos caprichosos para los que el fútbol no es más que un entretenimiento pasajero y que no quieren saber nada de los derechos humanos, ¿para qué?, con todo el dinero que tienen ya se crean ellos sus mismos derechos y deberes.

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Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.