EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
No le ha vuelto a caer la lotería a Carlos Fabra, pero no tiene motivos para quejarse ya que como es sabido la Audiencia Provincial de Castellón ha dado por prescritos cuatro de los cinco casos en los que el presidente de la Diputación Provincial de Castellón estaba acusado por delito fiscal. O sea, que le han tocado cuatro premios. Ahora solo le queda una acusación por delito fiscal y otra por presunto cohecho, pero solo es cuestión de dejar pasar un poco más de tiempo y que, como ha ocurrido hasta ahora, pasen un montón de jueces y fiscales por estos casos para posteriormente proceder a la declarar prescritos los dos que quedan por resolver. Desde luego esto le ha costado una pasta gansa a los contribuyentes ya que el tiempo empleado por la considerable cantidad de jueces y fiscales que han pasado anteriormente por los procedimientos abiertos contra Fabra, para nada, eso siempre cuesta tiempo y dinero, porque la Justicia es gratis para los que en un sentido u otro se ven metidos en problemas que hay que resolver en los juzgados, pero todo el entramado de la Administración de Justicia cuesta mucho, muchísimo dinero. Pero se puede decir que la de Fabra está casi resuelto.
Estas cosas de la Justicia funcionan así. Tenemos el ejemplo de caso Gürtel que ha pasado a ser el caso Garzón. Se puede decir, sin temor a caer en el equívoco, que Baltasar Garzón será juzgado y condenado mucho antes de que lo sean todos los implicados en el caso Gürtel, si es que algún día llega a celebrarse el juicio. Pero una cosa si es segura, lo de Garzón no prescribirá ya que lo que está pasando con él es un aviso para navegantes, sobre todo para aquellos que se meten en unas aguas turbulentas que están bajo la jurisdicción de determinada ideología.
Todo esto no debe extrañar a nadie. ¿Qué se puede esperar de un país, España, en el que se ha llegado a la conclusión de que los culpables de la crisis son los pensionistas, los trabajadores y los funcionarios? Los demás, los políticos, los banqueros, lo empresarios, los economistas y esas agencias que ahora nos dicen que país está quebrado o a las puertas de la quiebra, pero que se llenaban la boca proclamando lo bien que iba el sistema financiero, el bancario, dando a diestro y siniestro hipotecas basura a todo el que las solicitaba. Hace falta valor. Tanto para aguantar todo lo que estamos aguantando los ciudadanos de a pie, como para echar la culpa a los demás.
