Economía

Cómo trabajar en familia en una pequeña empresa

Lo cierto es que hoy día, en un momento de crisis económica, tal vez, los pequeños negocios tienen una mayor resistencia a la hora de hacer frente a la dificultad que una gran empresa. Sin duda, el modo de trabajo es muy diferente. Por ejemplo, en un gran negocio, existe un amplio número de trabajadores por el contrario, en una pequeña empresa suelen trabajar varios miembros de una misma familia.

De este punto surge una pregunta: ¿Es positivo o negativo trabajar con la familia? ¿Te gustaría tener como jefe a un familiar? Sin duda, la pregunta es difícil de precisar puesto que cada caso es diferente y particular, sin embargo, existen familias que disfrutan mucho del trabajo en común puesto que además de la relación de compañerismo propia de cualquier empleo también surgen vínculos de cariño y afecto. Estos vínculos también se muestran a través de la ayuda mutua y de la solidaridad que son tan necesarios en un momento de crisis económica.

Para evitar las tensiones dentro de una empresa pequeña en la que trabaja una misma familia entonces es esencial que los problemas del trabajo no interfieran en las relaciones personales. ¿Cómo se puede lograr este objetivo? Estableciendo una meta clara: ningún tema laboral debe hablarse ni resolverse fuera del tiempo de trabajo. Es decir, en casa y en el tiempo de ocio se debe dar prioridad a otro tipo de cuestiones y al disfrute de los planes sociales.

Es habitual que algunos trabajadores cometan el error de llevar los problemas del trabajo a la casa. Sin embargo, una preocupación aumenta a base de dar vueltas al mismo asunto durantes horas, es decir, no se resuelve. Por tanto, cualquier trabajador debe asumir que tiene que ocuparse de los problemas a tiempo pero no preocuparse hasta el límite de rozar la obsesión o vivir con estrés y ansiedad. Puesto que además, los problemas pueden llegar a afectar incluso al descanso de cualquier trabajador produciendo falta de sueño.

Otra de las claves del trabajo de equipo en familia reside sencillamente en que cada trabajador debe tener clara y delimitada cuál es su función para poder trabajar día a día. Es decir, cada uno debe de respetar la labor del otro para así asumir un verdadero valor de equipo en el que hay comunicación pero especialmente, respeto en el otro. Por ejemplo, es habitual que aquellas empresas pequeñas en las que el jefe es el padre y tiene a sus hijos como empleados sienta la necesidad de corregir de forma constante a estos últimos. Una actitud negativa que debe evitarse.

Imagen: Nuevas Tecnologías

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Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.