Sociopolítica

Reforma de las pensiones, Ciegos de entendimiento

Sí, de entendimiento parecemos ciegos, no vemos la que se nos cae y seguimos pensando lo mismo sobre lo mismo sin darnos cuenta que nuestra forma de pensar, de entender la sociedad, necesita evolucionar acorde con unos razonamientos sostenibles. Intentamos consolidar los avances sociales que con gran esfuerzo y sacrificio humano se han conseguido establecer para que la sociedad sea más justa, y por tanto más civilizada. De hecho pensamos que el sistema de pensiones es justo. Después de cotizar toda la vida laboral para tener una pensión es justo que recibamos según hayamos cotizado. Esta idea es justa, en principio, si es que este sistema fuera sostenible. Y porqué mantengo que no es sostenible, por que está basado en el aumento de la masa laboral para poder sostener el sistema. ¿Lo ven, o no?.
Uno de los problemas cruciales del siglo XXI es el exponencial aumento de la población en una Tierra donde los recursos son limitados. Nos estamos acercando al limite y seguimos pensando igual, queremos crecer y necesitamos crecer para poder mantener el sistema de pensiones que está establecido. Y es justo que sea así, pero es insostenible porque exige el aumento exponencial de la población laboral para poder sostenerlas. ¿Está claro, no?
Si pensamos en clave de futuro, ya es insalvable la evidencia del agotamiento de recursos minerales como el petróleo, el uranio, el cobre… así como el aumento de las catástrofes naturales; si a todo ello sumamos el colapso que sufre la economía,  podemos darnos cuenta de lo imposible de seguir pensando en clave de crecimiento exponencial. Sencillamente, es imposible pensar en consecuencia en unas pensiones basadas en el actual sistema ya que este sistema ya no existirá, o no debería existir, ya que para que pueda permanecer vigente, sólo es imaginable, en el caso del exterminio de la población por causas de guerra o epidemias. Es decir, que la mayoría no llegue a viejo. Triste realidad.
Entonces por qué seguimos pensando en los mismos términos. Por qué nos resignamos a creer en lo que si lo pensamos sabemos a ciencia cierta que no es posible. Y por qué cuando alguien manifiesta esta preocupación se le tacha de derrotista, pesimista o agorero… o si propone alguna solución se le denomina pretencioso, prepotente o iluminado… Sin nadie piensa una solución, alguien tendrá que hacerlo, de lo contrario la catástrofe anunciada está servida.
Mis hijos, nuestros hijos, serán los que verdaderamente heredarán el resultado de la ciega gestión de los políticos del hoy. Y por esto no puedo dejar de pensar en ello. Pensando y pensando con tiempo para pensar , modestamente, creo haber dado con un principio de solución a la ecuación imposible del sostén del sistema. He dado con un nuevo recurso de valor que mana del pueblo, del ciudadano, con el fin de garantizar la supervivencia sostenible.
El ciudadano es el que vale y ese es su valor de futuro. La existencia del ciudadano es el certificado de su valor y, una vez concebida su existencia, es un valor tan real como el que pueda tener el oro o cualquier material. No hay duda de que la existencia del ser humano es un valor y como tal lo hemos de conceptuar, apreciar, pensar…

De todos es sabido en que consiste este nuevo valor sostenible, no les quiero cansar en mi reiteración. Sólo espero de Vds. que colaboren en su difusión. Los pensionistas, presentes y futuros, podrán estar tranquilos al respecto sabiendo que el sistema acepta el valor de su existencia como garante del propio sistema. El futuro está en nuestras manos y también el de nuestros hijos.

PD: Una inmensa alegría me invade al pensar en ello.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.