Economía

La hipocresía económica con Libia

Libia es lo que es, y lo que siempre ha sido, y Gadafi es lo que es, y lo que siempre ha sido, y aunque suene a demagogia, no lo es, es la realidad, hipócrita, como todas las realidades de nuestra vida, siempre de la mano de las verdades económicas que nos golpean como puños y ante las que no tenemos más defensa que la sumisión, plena y absoluta.

Gadafi es un terrorista, y siempre lo ha sido, pero entre todos lo convertimos en Jefe de Estado honorable, en pos de que nos limpiara Europa de inmigrantes y a cambio de que se estuviera calladito le recibimos con honores en nuestros países, le tratábamos como si fuera alguien, cuando debimos habernos protegido ante él.

Ahora su pueblo se rebela y miramos hacia otro lado, no por no querer intervenir, sino porque nos tememos lo peor con nuestro petróleo y nuestro gas, que no nos lo toque nadie, hipocresía económica, valoramos más nuestras casas calentitas que la vida de un ciudadano libio, cosas de la distancia, supongo, y, lo que es peor, dormimos cada noche a pierna suelta mientras prometemos donar dinero a una ONG estas próximas Navidades.

Porque aunque todo en la vida es economía, no todo en la vida tiene un valor económico, y si lo tuviera, si así quisiéramos que fuera, una vida humana, proviniera de donde proviniera, siempre tendría que valer más, sí, lo sé, suena a discurso políticamente correcto, pero no lo es, de hecho es políticamente incorrecto, porque parece que lo políticamente correcto es defender a autócratas de medio pelo que protegen nuestras vidas acomodadas de sociedad bien.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.