Economía

La democracia de la mediocridad

Dicen los adalides de Internet que con la red de redes llegó la democracia, y no seré yo quien les contradiga, aunque sí les matizaría que la democracia, pero la democracia de la mediocridad, de forma que gracias a la simplificación de la comunicación se ha generalizado el abandono del gusto por el lenguaje y el aprecio de la inmediatez como valor absoluto a defender ante todo, y ante todos.

Y ello ha restado precio, que no valor, a alguno de los artículos que pululan por esas páginas web del mundo, repercutiendo en la reducción de la calidad de los mismos, revertiendo en la generalización de la mediocridad, protagonizada por tipos que, como yo, se muestran incapaces de encontrar un eco para su discurso en los medios de comunicación tradicionales.

La ausencia de filtro en la comunicación es positiva en muchos aspectos, pero negativa en otros, y la gratuidad resta valor, que no precio, al lenguaje escrito, acelera sus ritmos sin detenerse a realizar una reflexión profunda y de calado que ayude, de verdad, a mejorar el mundo en el que vivimos.

Ello provoca un exceso de oferta que devalúa la demanda y condena los salarios, acribillando a toda una generación de periodistas en ciernes que no llegan a fin de mes. Internet tiene una deuda pendiente con los medios de comunicación, que sí realizaron la reconversión correcta (no como la industria musical, por ejemplo), pero todavía no han encontrado la manera de financiarla.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.