Economía

La huelga en falso del fútbol español

Al final se ha impuesto el sentido común, que no es el más común de los sentidos, y habrá jornada de Liga este fin de semana gracias a que los juzgados han dado la razón al llamado G-6, grupo de 6 equipos que impugnaron la asamblea de la Liga de Fútbol Profesional en la que se aprobó el parón por defecto de forma.

Un parón que nada tiene que ver con el aspecto deportivo y sí con el aspecto económico del deporte. Resulta que los clubes de fútbol español miran con envidia los ingresos que reciben sus vecinos ingleses, italianos, franceses, …, por los contratos televisivos, mientras que aquí en España, por culpa de una ley demagógica aprobada por Álvarez Cascos, esos ingresos se ven menguados a consecuencia de la emisión de un partido en abierto, que lastra el volumen monetario del paquete final.

Por tanto, en ese sentido no cabe otra que dar la razón a los clubes y aceptar que el fútbol, como entretenimiento que es, debería de ser para quien lo pague, sin injerencias de los poderes públicos, que les puede llevar a ganar muchos votos, pero que al final son contraproducentes para el espectáculo.

Ahora bien, mal hacen los clubes españoles en exigir sus reivindicaciones cuando sobreviven gracias a la benevolencia de la Agencia Tributaria, que les sigue perdonando las tremendas deudas que acumulan con Hacienda. Los clubes se defienden argumentando que con los nuevos ingresos televisivos podrían sanear sus cuentas, algo que carece de toda veracidad, a juzgar por el comportamiento previo.

Como Hacienda somos todos, o eso nos venden cuando nos toca pagar, siempre a los mismos, el fútbol español debería de abonar todas sus deudas con Hacienda, aunque ello obligue a no realizar fichajes durante varios años, porque es del todo injusto que entre el conjunto del pueblo español estemos financiando una actividad particular, que gustará a unos (entre los que me incluyo), pero no a otros.

En definitiva, a cada uno lo que se merece, a los clubes de fútbol sus contratos televisivos, y a la Agencia Tributaria las deudas saldadas, y mejor lo primero antes que lo segundo.

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Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.