Sociopolítica

Democracia Real… asamblea de Madrid

Escribí en 1983 y está publicado también en las dos ediciones de mi libro “España aquí y ahora”; lo siguiente… “Cambiamos una dictadura por mil dictadurillas” (entre otras muchas cosas que fueron tristemente premonitorias) y a la vista está la situación de una España que ha terminado en “españilla” y la que se va deshaciendo sin que los que dicen “ser sus padres políticos”, se les caiga la cara de vergüenza, rectifiquen, regeneren y de verdad nos demuestren que… “España sigue siendo España” y no este nido de dictadores e irresponsables, que desde 1983 ha aumentado lo indecible, al propio tiempo que han logrado una impunidad que ni Franco la toleró… recuerden las viejos como yo, las destituciones inmediatas, o aquel “celebre motorista, enviando el cese a casa del que se había desviado o colado en algo”… y no en las enormes coladuras que hoy sufrimos y que llevamos sufriendo décadas.


Dicho ello, quede claro que por mi parte… “Ni Franco ni esto”; sencillamente, el paternalismo franquista, no sirve para que un hombre o mujer, que se siente libre y dueño de sus actos, lo tutele ningún político del signo que sea; lo que quiere (queremos) son leyes justas, amplios caminos y una libertad verdadera para emprender y hacernos nosotros sólos… como muchos “nos hicimos” incluso en el régimen de Franco, el que aparte de cobrarnos muy pocos impuestos; no metiéndonos en política… “el dejó caminos enormes para que cada cual se formase con enorme amplitud y que igualmente se hiciese rico con enormes posibilidades y ello lo logramos infinidad de españoles, la mayoría de ellos (como yo mismo) importándonos Franco bien poco”… sí y de ahí aquellos éxitos; sus sistemas económicos y sociales, que si no perfectos, sí que fueron suficientes para crear una enormidad de clases medias, inexistentes en España antes de la conquista franquista… y que imbécilmente, el sistema que lo heredó se está cargando a marchas forzadas; con lo que el empobrecimiento y ruina que nos han realizado, lo va a ser mucho más, puesto que las clases medias, son la clase esencial para el verdadero progreso de una nación… y españa dejó de serlo, puesto que hoy es… “españilla”.

Y reitero, puesto que incluso lo dejó escrito bien claro Salvador de Madariaga (nada sospechoso de tendencias dictatoriales o tiránicas) el que en sus escritos y libros, dejó bien claro lo que fueron, son y serán las clases medias, o “burgueses” (palabra hoy tan prostituida como tantas otras grandes palabras)… puesto que son, la fuerza intermedia entre el poder y las clases más bajas (social y económicamente hablando) y la que… “quita poder al poderoso y enriquece y saca de la pobreza al más desvalido”; así de claro y así de sencillo; cosa que los imbéciles e inútiles, que nos han desgobernado, no han tenido en cuenta, posiblemente por su supina ignorancia de la vida humana; o peor aún… “por la visceralidad con que han obrado muchos de ellos”.

Escribo todo esto, pensando en ese movimiento de personas (estimo que valientes) que acampando como beduinos en el desierto y ya hasta con “algunos piojos y otros bichos”; aguantan en la principal plaza de Madrid y en las de provincias; habiendo logrado una asamblea nacional, en la primera de la que han levantado un acta, cuyo contenido pueden ver aquí y el que creo debe ser conocido y difundido al máximo.

http://www.soymayornoviejo.com/9/1550/democracia-real.html

No dicen nada nuevo, que otros muchos y entre los que me cuento; no vengamos diciendo y escribiendo, desde hace ya décadas; o sea y simplificando; que queremos una verdadera democracia; una democracia donde las leyes sean iguales para todos y ante las cuales tenga que responder desde el rey, presidente republicano (hay que hacer una constitución que recoja las dos opciones) o jefe de gobierno, hasta el último de los nativos nacidos aquí o cualquiera que transite por el territorio nacional de España. Que el poder judicial sea verdaderamente independiente (y vigilado por un ente fuera de la organización de “los togados”); que los representantes del pueblo, puedan ser elegidos con nombre y apellidos y que representen un distrito o barrio determinado (los concejales han de ser de barrio o distrito, igualmente); que el aparato estatal sea reducido al mínimo, mínimo, mínimamente necesario y en definitiva, que como… “se vuelve un calcetín”… que España tenga una regeneración política, total y diáfana y que los ejércitos de parásitos que estamos manteniendo, desaparezcan totalmente. Que las leyes laborales han de ser iguales, desde para el empleado de más bajo nivel, hasta para el presidente de gobierno o jefe del Estado… y que como en Suiza (por ejemplo) las asambleas y recogida de firmas, tengan fuerza de ley y la que han de respetar y someter a reforma el propio gobierno, sea este central, regional (las autonomías hay que controlarlas como se controla a los caballos díscolos (con doble brida) las diputaciones tienen que desparecer, así como el Senado) o municipal. O sea; que sea verdad, que la soberanía pertenece al pueblo y que el voto del máximo cargo, no es otra cosa que un voto más, como lo pueda tener ese habitante (no digo ciudadano, puesto que me da risa nombrar una cosa tan lejana) de la masa en que habitamos este territorio nacional, que hoy tristemente; ha perdido su identidad… “y andamos más que desorientados”.

Así es que déjense “los listos de siempre” (estómagos agradecidos los califico yo) de criticar y despellejar a esos ya bastantes miles de españoles, que enfrentándose al poder (a todos los partidos que lo han ejercido) se mantienen en asamblea permanente y quieren llegar a metas que nos pueden ser útiles a todos… a mí no me corta el reconocerles su valor y felicitarles por ello; espero no equivocarme.


Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.