No sorprende ello a nadie, puesto que los gobiernos son los responsables de todo lo que ocurre; puesto que los gobiernos, tienen todos los mecanismos de control para que no hubiera ocurrido la catástrofe que hoy padecemos y conocida como “crisis dineraria, financiera, bancaria o como la quieran denominar”; es más, fue un diabólico plan elaborado por perversos cerebros, que sabían lo que hacían y las inmensas cantidades de dinero que iban a ganar a pesar de crear la catástrofe creada… pero igualmente sabían que difícilmente nadie los iba a sentar ante unos jueces para que respondieran del grandísimo crimen creado y que ha llevado a la ruina a muchos millones de ilusos, que como los más tontos peces… picaron el anzuelo y se creyeron que alguien les enriquecería a cambio de nada, con aquellos créditos, dados “a lo loco” y que luego han producido todo lo demás.

Lo mismo que ha habido millones y millones de arruinados, todos de la clase trabajadora, clases medias bajas, autónomos y pequeños empresarios (al resto los han empobrecido de forma criminal)… en el extremo opuesto, o sea los que de verdad organizaron este gran negocio, se han enriquecido de forma brutal y es claro que con esa premeditación y perversa acción, a una escala enorme; supieron quedarse con los ahorros de los arruinados, someterlos a pagos de usura, puesto que les obligaron a trabajar como esclavos para pagar unas altas cuotas de algo que al final… ¿dónde ha terminado? En las manos de todos aquellos que idearon y pusieron en marcha aquel, “verdadero maremoto financiero y el que hundiría a masas indefensas, por lo necios que fueron la mayoría, al creerse que les regalaban o facilitaban algo útil, cuando lo que les facilitaron fue la cuerda para que ellos mismos se ahorcaran”… y así han terminado, mientras los gobiernos siguen bailando al son que les marcan estos grandes delincuentes, que visto lo visto, no van a responder de su gran crimen social.

Recuerden sólo unas pinceladas. Al amparo de aquel fabuloso “aluvión” de dinero fácil (dinero que no existía, era sólo papel y apuntes bancarios) se ultimaban balances fabulosos y a través de estos, “los buitres”, se llevaron cantidades enormes de dinero, por apalancamientos, bonos (bonus), seguros de pensiones y “la madre que los parió”… por igual forma, los grandes intermediarios, se llevaron comisiones que ya entonces asombraban… hoy me horrorizan; puesto que la mayor parte de ese dinero que se llevaron y que ese si; era “dinero contante y sonante”; habrá terminado en paraísos fiscales o en inversiones en el extranjero, puesto que “esos bichos”, ni tuvieron patria, ni la tienen, ni la van a tener mientras vivan.

Después de todo ello, no han terminado y se han apropiado del dinero público como si de verdad fuese de ellos; con “la mentira” de que el sistema financiero puede quebrar; cosa no posible, si cuando se vieron los primeros movimientos especulativo-delictivos; simplemente los gobiernos nacionalizan a los bancos, procesan a los culpables y protegen con el dinero público al verdadero generador de riqueza válida, que fue, es y será siempre, el ahorrador, el austero, el que sabe que depende de su dinero y el que tiene que administrar bien… el expoliado en definitiva: veamos alguna pincelada que me confirma lo escrito por mí y mucho más.

“El Premio Nóbel matizó que “ha habido un empobrecimiento de la clase media. Antes de la crisis decían que había que consumir, que consuma todo el mundo. Y a los americanos se les daba muy bien pedir dinero prestado, mientras que a los bancos se les daba muy bien dar dinero. Así, el país más rico del mundo vivía por encima de sus posibilidades. Un 5% del PIB estaba prestado. Este tipo de situación no es sostenible y no hace falta ser Premio Nóbel o catedrático para verlo”. Ahora, pues, ha comenzado una época de cambio y caminamos hacia la economía objetiva. “No se pueden producir mercancías porque sí, sino para satisfacer necesidades. Los ciudadanos están peor que hace 10 o 12 años. El crecimiento no ha funcionado con equilibrio social. Y tenemos que recuperar el crecimiento equitativo. Si Estados Unidos y Europa siguen por el mismo camino, estaremos socavando nuestra economía, el tejido constituyente de nuestra sociedad”, zanjó”. (EL CONFIDENCIAL 04-06-2011)

“Se han escrito varios libros sobre el origen, desarrollo y perspectivas de la crisis económica que padecemos, pero Las grietas del sistema (editorial Deusto, publicado en España el pasado mes de mayo) del economista jefe del Fondo Monetario Internacional (2003-2007) y catedrático de Finanzas en la Universidad de Chicago, Raghuram G. Rajan, es el primero redactado desde una perspectiva interna de las altas finanzas internacionales. Ha sido distinguido con el premio Financial Times y Goldman Sachs al mejor libro del año. Y, una vez leído, no extrañan estos reconocimientos para con el texto que comienza por desvelar  que “el problema no fue que nadie alertara sobre los peligros, sino que los que se beneficiaban de una economía sobrecalentada -que era mucha gente- carecían de incentivos para prestar atención. Los críticos siempre eran tachados de agoreros o de cenizos: la idea era que si alguien predecía un descenso con la antelación suficiente, al final sonaría la flauta por casualidad. Lo sé muy bien porque yo fui uno de aquellos agoreros”. José Antonio Zarzalejos – 04/06/2011 (EL CONFIDENCIAL): http://www.elcon (fidencial.com/notebook/2011/cristiano-entre-leones-20110604-7491.html Entren en la dirección que les dejo, lean, piensen y mediten y verán, que los valientes que se han reunido en las principales plazas de España y en asamblea, han ido levantando actas y exigiendo reformas… se han quedado cortos; “habría que empezar por formar un tribunal mundial y juzgar a tanto bandido como con la connivencia (inutilidad, complicidad, ignorancia… u lo que sea) de los gobiernos implicados, nos han llevado a este lugar el que ya vaticiné hace bastantes años diciendo y escribiendo: Nos están llevando muy deprisa hacia ninguna parte… y ahí nos han dejado, pero a nuestra suerte, mientras ellos llevándose el botín lo van a disfrutar impunemente”.