Sociopolítica

Los derechos de las mujeres retroceden en Líbano

Finalmente el Gobierno libanés encabezado por el nuevo primer ministro, Nayib Mikhati, obtuvo el pasado jueves el voto de confianza en el Parlamento con el apoyo de Hezbollah y con el voto positivo de 68 diputados de los 128 que conforman la cámara y luego de tres días de agitadas sesiones entre los diputados para aprobar el programa del Gobierno. Desde ahora, la mayoría parlamentaria será liderada por Hezbollah y sus aliados mientras que la oposición estará encabezada por ex Primer Ministro Saad Hariri. Así, luego de cinco meses el vacío de poder ha quedado atrás más allá que ningún miembro de la Alianza 14 de Marzo haya aprobado con su voto positivo al nuevo gobierno.

Hasta aquí se puede decir que finalmente y luego de varias desavenencias Líbano dispone por fin de un gobierno. Pero hay un detalle sorprendente en la conformación del nuevo gobierno de Mikhati donde se ha “borrado absolutamente la presencia de mujeres” en carteras ministeriales. Esto es asombroso desde el concepto que se cumplía anteriormente en Líbano sobre la igualdad de género y por primera vez en un gobierno libanés desaparecen las mujeres del gabinete ministerial de 30 miembros en un hecho que confirma la influencia sectaria excluyente en su conformación. Es cierto que se podía esperar que no aumentara la cantidad de mujeres en el gobierno, pero es un mensaje alarmante y poco auspicioso que no haya ninguna. Evidentemente algo esta cambiando en Líbano y no para bien precisamente. Ha sido en ese marco que activistas femeninas manifestaron su sorpresa y repudio ante la lista de miembros del gabinete. También sorprende que el asunto sea ignorado por la prensa local e internacional cuando ya pasaron dos semanas del anuncio. La presencia femenina en el gobierno nunca estuvo por encima del 30 % pero nunca dejo de haber mujeres en un gabinete libanés. En el anterior gobierno, los ministerios de Finanzas y de Estado estaban encabezados por mujeres y había otras cuatro en el parlamento de 128 integrantes. El Líbano ha sido el único país del mundo árabe donde las mujeres obtuvieron el derecho al voto en el año 1952 y aun en los peores tiempos de la guerra civil (1975-1990) los derechos de la mujer fueron respetados y considerados inalienables, pero la conformación del nuevo gobierno demostró que sus derechos han sido destrozados por el adoctrinamiento sectario que ha venido modificar el status quo histórico.

La falta de mujeres en el gobierno es un duro reflejo de la situación actual en Líbano. El país suscribió la Convención de la ONU para la eliminación de toda forma de discriminación contra las mujeres y la constitución libanesa garantiza la igualdad de género, sin embargo, se han instaurado de facto leyes que las subordinan. Algunas de las normas más sorprendentes son la que les impide extender la nacionalidad a sus hijos, lo mismo ocurre con las condenas leves para hombres sentenciados por crímenes de honor. Y lo mas grave ha ocurrido la pasada semana cuando la máxima autoridad sunita del país, el gran mufti Sheikh Mohammad Qabbani rechazó una ley para proteger a la mujer de la violencia doméstica por considerarla “una amenaza occidental a los valores de la familia islámica”. Según Nadia Khalife, investigadora de Human Rights Watch, con sede en Nueva York. La preocupación por satisfacer los preceptos religiosos perjudicó el empoderamiento femenino y la naturaleza religiosa de la política libanesa actual atenta contra la participación femenina. Y no esta en error Khalife, pues cuánto más poder tienen las distintas confesiones en Líbano, más se margina la mujer. Los Tribunales religiosos están por encima de las leyes vinculadas al estatus personal, lo que lleva a la discriminación de género sobre cuestiones importantes como divorcio, custodia de hijos y herencia. “El secularismo no necesariamente equivale a la igualdad de género, pero las confesiones son, sin duda, una de las causas de raíz de la desigualdad”.

La exclusión de mujeres del gabinete coincide con un momento en que se registran grandes retrocesos políticos en el mundo árabe. En Egipto, la participación femenina en las protestas populares de este año fue significativa, pero ninguna mujer integra el gabinete de 27 miembros. En Túnez, donde las mujeres llegaron a tener un cuarto de los escaños parlamentarios, ahora son marginadas en el gabinete de 31 miembros donde 2 habían sido nombradas pero fueron suspendidas luego. Es muy claro que el movimiento feminista árabe ha sido “ingenuo al pensar que les brindarían una mayor participación. Lo real ha sido que se produjo un profundo retroceso y lo que estas pseudo-revoluciones han traído no ha sido mas que el aumento de organizaciones fundamentalistas religiosas que esta perjudicando y perjudicara aun mas a las mujeres”. La conformación del nuevo gobierno libanés es la muestra clara de esto. Y seguramente no será el único sector que vera un recorte sobre sus derechos y libertades.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.