Economía

¿Y si Zapatero no tuviera la culpa?

¿Te imaginas que después de todo Zapatero no fuera el culpable? ¿Te imaginas que llegara Rajoy al gobierno y fuera incapaz de solucionar los problemas esenciales del pueblo español? ¿A quién responsabilizaríamos entonces? Nos quedaríamos sin el derecho al pataleo universal del ciudadano español, echar la culpa al gobierno, pero, claro, si llega Rajoy y nos quedamos como estábamos, ¿qué haremos entonces? ¿Pediremos que vuelva Zapatero?

No, por favor. Zapatero ha sido un gran Presidente en cuestiones sociales pero un pésimo gestor económico por el peor de los males en la economía en general, y en cualquier gestión en particular, como es el exceso de optimismo, un defecto que le ha propiciado más de un quebradero de cabeza por no ser capaz de ver venir la tormenta y refugiarse en argumentos falaces basados en datos obsoletos. Ahora bien, no podemos responsabilizar a Zapatero de todos nuestros males, porque por muy bien que hubiera realizado su gestión de la crisis, algo que ningún gobernante mundial ha sido capaz de realizar, seguiríamos estando en una situación altamente peligrosa.

Porque esta crisis exigía la presencia de un estadista de altura, una persona con la suficiente gallardía y carisma como para estar por encima de los réditos electorales y electoralistas, capaz de haber ideado un plan de alcance a medio-largo plazo y haberse empeñado en su cumplimiento, una persona que hubiera dirigido el barco hacia tierra firme.

En lugar de ello, nos hemos encontrado con fantoches con poder sobrevenido, que se han limitado a ir tapando agujeros como mejor han sabido o han podido, con buenas intenciones, pero nefastos resultados, ya que al igual que rectificar es de sabios, la falta de criterio es de necios, y de necios estamos llenos en nuestro mundo político de hoy en día.

Por tanto, Zapatero no es peor que los demás, es uno más, uno más entre los mediocres que no ha sabido aplicar una metodología de trabajo adecuada para sacarnos de la crisis, pero mucho me temo que lo que viene detrás no lo mejora y eso es realmente preocupante, porque ya no sabremos de lo que hablar en los bares cuando nos reunamos los amigos, ¿a quién le echaremos la culpa? Menos mal que siempre nos quedará Mourinho.

 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.