Economía

No nos podemos permitir que Italia caiga

En un proceso de integración económica como el de la Unión Europea, y más concretamente el del Euro, dejar atrás a un país es un precio demasiado costoso que el mismo proceso en sí no se puede permitir, y por ello se recurre a los rescates que no son más que inyecciones de liquidez inmediatas para que los países en cuestión puedan hacer frente al pago de sus deudas más urgentes.

Cuando uno de estos rescates se formaliza sobre economías relativamente pequeñas el efecto es escaso, ya que el conjunto del resto de economías puede soportar perfectamente el golpe que el rescate supone sobre sus presupuestos. Sin embargo, cuando el rescate se debe de articular sobre una economía del tamaño de Italia, la cosa cambia.

Porque el presupuesto de la Unión Europea no tiene capacidad, por mucho que se haya aprobado, que no ejercitado, el aumento del fondo de rescate europeo e Italia, una de las economías más poderosas del mundo sería un lastre demasiado importante como para que la Unión Europea, en su conjunto e individualizado en cada uno de sus países miembros, pudiera seguir adelante con él.

Por ello, la Unión Europea tiene que tirar de diplomacia y de presión política para conseguir que el país transalpino cumpla con las exigencias de los mercados en toda su dimensión y con ello se consiga subsanar en parte el problema sin tener que recurrir al dinero de la Unión Europea. El primer paso necesario es que Berlusconi se marche del poder, para siempre si es posible, y el país italiano comience a trabajar en serio en la reducción de la ingente deuda pública que acumula, a través de planes de austeridad y privatización de las empresas públicas. No queda otra que apretarse el cinturón y Europa tiene que ser firme en este aspecto, porque el rescate no es una alternativa, es el desastre.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.