Karma

El camino a la igualdad

El primer párrafo de la Declaración Universal de los Derechos humanos dice: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
¿Qué gobierno reconoce esto en la práctica más allá del bla bla de siempre? Efectivamente: no vemos en ninguna parte una sociedad sin clases ni donde todo el mundo tenga los mismos derechos o sean iguales todos ante la Ley . Tampoco sucede esto en las Iglesias rígidamente jerarquizadas todas.

No existe un sistema político bien sea que se llame demócrata, cristiano-demócrta, socialista, o comunista que sea lo que su nombre indica.Todos mienten y ninguno hace caso de los Derechos humanos que se supone están ahí como la hoja de ruta para una mejor humanidad. Y es que de llevar a cabo radicalmente su aplicación, los podridos pilares en que esta civilización decrépita se sostiene caerían fulminados por el rayo …de la justicia.

LAS DESIGUALDADES DEL SÓTANO

Se nace rico o pobre, en países desarrollados o subdesarrollados, varón privilegiado o hembra que será sirvienta del varón en casi todo el mundo, etc. Así que lo que vemos realizada y muy bien organizada es la desigualdad.Esto nos lleva a preguntarnos por qué no somos iguales en valoración personal, social y demás, y es entonces cuando nos encontramos con que existen muy variadas razones, entre las que debemos incluir las genéticas y luego las ideológicas.
Cada uno tiene unos genes particulares que determinan desde el color de su pelo hasta su sexo, su salud, sus inclinaciones y preferencias, etc. Esto es muy importante a la hora de ser como somos. No es casual tener unos u otros genes, sino que nuestro campo genético lo vamos construyendo y modificando mediante nuestros modos de pensar, sentir y actuar, modelando así nuestra constitución genética existencia tras existencia. Así que los genes tienen un componente energético sutil, espiritual, que modifica y determina su estructura. Lo que somos genéticamente es, en consecuencia, el resultado final de procesos espirituales, de los trabajos del alma en cada encarnación. Esto nos diferencia lo suficiente a unos de otros para que no seamos todos iguales en lo que concierne a nuestro cuerpo físico, a nuestro carácte y temperamento, a las cargas de nuestra alma y a los contenidos de nuestro consciente y subconsciente (que tendremos que averiguar un día) lo que influye grandemente en nuestros comportamientos, intereses intelectuales, estéticos, espirituales, sociales o de cualquier otro tipo.
A través del equipaje espiritual que vamos acumulando según nuestro modo de pensar, sentir o actuar positivos o negativos, determinamos nuestro equipaje genético existencia tras existencia.
El nacer en una familia o en otra, en un país rico o pobre no es casualidad debido como explica el cristianismo originario, al karma o carga del alma además de que existen afinidades genéticas que nos permiten introducirnos en la cadena biológica humana, lo que a la vez que hace posible nuestra concepción “ingresando” en lo que llamaremos “nuestra familia” tan distinta por su parte a otras familias vecinas, amigas, etc. en costumbres, aspiraciones, actitudes, etc.

¿EXISTE UN MODELO DE IGUALDAD?
Si somos honrados con nosotros mismos nos vemos forzados a reconocer que quisiéramos ser iguales a alguien a quien consideramos perfecto. El ego humano es envidioso y practica mucho con este sentimiento negativo y autodestructivo, pero ¿qué tal si pensamos en términos espirituales?
Si uno desea ser igual a quien considera perfecto ,¿ qué modelo imitar? ¿Existe acaso algún modelo humano? Antes o después todos acaban por defraudarnos porque efectivamente, “nadie es perfecto”, pero ¿con respecto a qué baremo? Sin duda a la verdadera perfección, que es la perfección divina.Dios es perfecto y nos creó perfectos.Fue nuestra rebelión por querer ser iguales a Él lo que nos hizo finalmente imperfectos. Dios nos creó perfectos, y aunque no iguales a Él, sí a Su imagen y semejanza espiritual como hijos, pero no clones, pues uno se siente más inclinado hacia el orden, otro hacia la sabiuduría, la voluntad, el amor espiritual, la creatividad, etc., cualidades y virtudes disitntas predominan en cada uno útiles todas para servir al mismo Dios, poseedor en alto grado de todas las cualidades y virtudes: orden, voluntad,sabiduría, seriedad, paciencia, amor y misericordia.
Desde nuestra desigualdad inicial, pero positiva, el ego que nos fuimos construyendo a partir de la Caída nos condujo a tanta desigualdad negativa como conocemos mediante nuestro pensar, sentir, hablar y actuar contrario a nuestro Creador.
Sin embargo, Dios nos ama a todos por igual, pero Su Amor solo pueden sentirlo quienes aman de corazón.
Dios nos ama a todos por igual, pero Su sabiduría la otorga sólo a aquellos que desean volver a casa, como el hijo pródigo del Evangelio.
Dios nos ama a todos por igual, pero Su energía sólo fluye en un sentido ascendente en quienes Le entregan el resultado de sus acciones.
La igualdad de todos ante Dios es esencial, pero la gran tarea que cada uno tiene pendiente es el trabajo de ser igual a sí mismo, de conquistarle al ego el territorio perdido por el ser puro que fuimos en los Cielos. Se trata de regresar como el Hijo Pródigo, pero mientras no lo consigamos el ego, que es el yo inferior enemigo de Dios nos arrastrará de vida en vida experimentando toda suerte de desigualdades, pesares y conflictos.Lo estamos viendo, nos basta con mirar alrededor. Algunos culpan a Dios de todo esto, pero si Él nos obligara a actuar de un modo u otro Le culpariamos de privarnos de libertad.Muchos prefieren culparle en lugar de intentar averiguar las razones por las que le ocurren las cosas y de las que uno mismo en uso del libre albedrío es responsable, pero no Dios. Él deja que aprendamos a evolucionar aunque sea por medio de nuestros fracasos para salir de esta miserable existencia con la alegría del vencedor de sí mismo mientras nos da la hoja de ruta que como todos sabemos son los Diez Mandamientos y el Sermón de la Montaña, para la que no hace falta pertenecer a ninguna Iglesia ni llamarse esto o lo otro. Seguirla o no es nuestra decisión.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.