Karma

La batalla espiritual de la globalización

De confirmarse las peores sospechas habría que buscar el nexo entre el atentado a las torres gemelas y  la manipulación en los países árabes llevada a cabo por las mismas fuerzas para dividir naciones y poblaciones y provocar guerras civiles para instaurar gobiernos afines a los provocadores. Es más: de unirse todo ello al asedio financiero contra el euro que arrastra a Europa a la pobreza y a la dictadura de los mercados contra los pueblos y sus exiguas democracias, nos hallaríamos ante el primer asalto global de toda la historia perpetrado por las fuerzas más oscuras de la humanidad bajo banderas y consignas bien conocidas: ATA, SEPARA Y DOMINA. Estos principios, al ser precisamente los que definen al satanismo activo, parecen estar siendo aplicados con rigurosidad extrema y sin fisuras por los ricos a través de los gobiernos más poderosos de la Tierra sin reparar en cualquier principio ético, como era de esperar. Sin embargo, sus medios de perversión intelectual y propagandística presentan todos sus actos como bondadosos bajo el cínico disfraz de una defensa del crecimiento económico y de libertades y derechos humanos contra los que atentan sin cesar. Nos hallaríamos entonces ante un asalto programado también contra la ética y contra los derechos y las libertades de todo tipo llevados a cabo en varios frentes.

SIERVOS

Ejércitos de psicólogos, sociólogos, economistas, políticos, profesores universitarios, educadores, espías, clérigos, jueces, intelectuales, periodistas, sindicalistas y estrategas militares se encargan coordinadamente- y sin que tal cosa se sospeche- de condicionar mentes, presionar a grupos sociales, a gobiernos, a órganos de información independientes, y a dirigir inversiones o provocar conflictos sociales, políticos o guerras.

Esta falta de la ética espiritual más elemental se convierte también en ficción periodística por el patrón de los medios de información, siempre unido a los agresores mundiales en el campo de la política, las finanzas o la guerra, cuando no es uno de ellos el dueño de los grandes medios, como sucede a menudo. De esta manera se pretende llevar a cabo el asalto al último reducto del ser humano de nuestro tiempo: su pensamiento, sus sentimientos y su voluntad, con el repugnante propósito de convertirlo en rehén, en cómplice y en suministrador de su energía, y retroalimentar de este modo la voluntad de poder de los asaltantes.

DOS CLASES DE VOLUNTAD DE PODER

¿Qué poderoso de la Historia desde Gengis a Hitler pasando por Alejandro, J. César, Napoleón y una larga lista de semejantes a ellos en todos los continentes y hasta nuestros días no ha sentido el deseo de dominar el mundo? Ahora se está a punto de conseguirlo por el poder satánico mundial coordinado a no ser que se encienda en nuestros corazones la chispa sagrada de la libertad espiritual. Los pacificadores, los pobres en deseos, los que tienen hambre y sed de justicia y padecen persecución por defenderla, los que se compadecen del sufrimiento ajeno y están ahí si se les necesita, los de corazón limpio y sin doblez, los altruistas, los que perdonan y piden perdón, los que soportan su sufrimiento con entereza y sin rencor, llevan en sus corazones la chispa sagrada de la libertad espiritual que les alumbra su camino y son la sal de la Tierra según el Sermón de la Montaña. En cambio los ricos, los saciados, los que se burlan de los pobres y desamparados y no les atienden en sus necesidades, los que buscan el prestigio personal, los que arruinan los recursos de la Tierra y explotan hasta el mal ajeno en su propio beneficio, los violentos y ególatras insensibles que en todo buscan su propio beneficio tendrán que vivir en algún momento – por la ley de causa y efecto o siembra y cosecha- el mismo daño que provocaron hasta que sean capaces de reconocerlo en conciencia, pedir perdón a sus víctimas y ser perdonado por ellas. Estos carecen de libertad espiritual, y son siervos de la oscuridad lo mismo que quienes les siguen, admiran o imitan. Con ellos   forman el ejército de los enemigos de la conciencia libre.

LA LIBERTAD LEGÍTIMA

La libertad espiritual no sale de las urnas. No sale de las Iglesias ni de las cátedras universitarias o los colegios: surge del esfuerzo por cumplir las leyes espirituales contra las que atenta a diario el Sistema y que se expusieron por un carpintero de Nazaret llamado Jesús hace más de dos mil años. Se trata de nuevo del Sermón de la Montaña. Este pequeño código de “bienaventuranzas” y “ayes” contra los ricos y poderosos es la base que de cumplirse hace posible y duradera la unidad, la libertad, la fraternidad, la justicia y la unidad: los cinco principios de regeneración tanto de la conciencia personal como de las sociedades todas. No hay cambios sociales sin cambios de los miembros de la sociedad: es una cuestión simple.

Si se observa nuestro mundo, hasta ahora la mayoría de la humanidad no ha incorporado a su vida personal tales códigos de conducta, del mismo modo que sucede con los Diez Mandamientos, y es esta debilidad espiritual de la mayoría, que le aleja de vivir una ética personal, el punto débil que precisa justamente el sistema de dominación mundial del lado oscuro para salirse con la suya. Porque sería ingenuo a estas alturas ignorar que nos hallamos sumidos en una lucha espiritual que se desarrolla bajo los acontecimientos diarios y que sin embargo es la que realmente va a decidir nuestro futuro como humanidad, y parece urgente que tomemos conciencia de ello cuanto antes para aprender a defendernos con las herramientas adecuadas, que precisamente no es un papelito que se coloca dentro de una urna rindiendo la voluntad personal a quienes precisamente la desean anular, ni el querer tener fama, dinero y poder, porque ese es el cebo con el que se quiere atrapar conciencias para hacerla cómplices y destruirlas.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.