Ciencia

El escándalo de la justicia y de la ciencia argentina

Cuadra informar a la opinión pública que la denuncia judicial contra la Agencia Nacional de Promoción Científico y Tecnológica o ANPCYT por los cuantiosos subsidios de investigación –1240 millones de dólares procedentes de un préstamo del BID— que se malversaron durante trece años (1997-2010), fue archivada por orden de un juez del fuero penal federal (Martínez de Georgi).

La malversación se practicó mediante el clientelismo académico, subsidiando proyectos personales en lugar de invertir en la infraestructura científica y artística (laboratorios, bibliotecas, archivos, museos, observatorios, conservatorios, centros de documentación y recursos electrónicos escaneados o digitalizados, etc.). Pero el accionar complaciente de la Sala IIde la Cámara Federal Penal, integrada por los camaristas Irurzun, Cattani y Farah, ratificó recientemente el fallo del juez que ordenó archivar la denuncia, dando así piedra libre en el campo de la ciencia al continuismo ocultador y malversador.

Entre estos funcionarios, infructuosamente denunciados en el fuero penal, se encontraban más de un centenar de directivos de los organismos científico-tecnológicos (coordinadores de la Agencia, miembros de los directorios y comisiones asesoras del CONICET y la CONEAU y secretarios de ciencia de las universidades), identificados con nombre y apellido, los que manipulados por el actual Ministro Lino Barañao y la burocracia de la Agencia, actuaron como juez y parte interesada en la orquestación de la “cadena de la felicidad”, y por consiguiente estuvieron flagrantemente incursos en delitos de acción pública, ahora escandalosamente impunes.

De resultas de dicha malversación también se desató una grave injusticia. Mientras algunos intelectuales indiferentes o inescrupulosos se beneficiaron con los subsidios de investigación de la Agencia Nacional de Promoción Científico y Tecnológica o ANPCYT; otros colegas que no se disciplinaron pasaran a integrar el Index de los ninguneados y perseguidos; y otros, más apremiados, indignados o cansados de esperar, alimentaran la irrefrenable fuga de cerebros a las metrópolis centrales del mundo.

Más grave aún, sumada a esa injusticia, de índole penal, el actual gobierno ordenó crear intempestiva e inconsultamente un nuevo instituto de investigación científica: el Instituto Revisionista “Manuel Dorrego”, que persigue disciplinar un coro académico que se subordine a la actual visión gubernamental de la historia, populista y reivindicadora del Rosismo. Cabe señalar que este proceder es muy semejante a lo que pretendió el denominado Proceso (1976-1983) cuando la Academia Nacional de la Historia, a pedido del Ministro de Educación de ese entonces (Llerena Amadeo), dictaminó para uso de la docencia una interpretación del pasado que debía ser “occidental y cristiana”. Este comportamiento, ilegal e inconstitucional, nunca hasta hoy mereció sumario alguno, ni tampoco fue convenientemente rectificado, ni las autoridades nacionales de los gobiernos democráticos –incluido el actual– exigieron rectificación alguna (La Nación, 30-V-1980).

Contra este nuevo Instituto, un numeroso grupo de intelectuales firmó recientemente una pública protesta.

Pero entre los firmantes del repudio al Instituto Revisionista, pertenecientes al campo de las ciencias humanas y sociales, se hallan numerosos beneficiarios de subsidios de la mencionada Agencia (que a su vez cobran sueldos como investigadores del CONICET a razón de $9.000 mensuales promedio o U$S 2.000 dólares), los que amén de callar la corrupción oportunamente denunciada en el fuero penal tampoco se manifestaron contra el ahora devaluado Ministro Barañao de la misma forma que lo han hecho contra el responsable del Instituto cuestionado, Prof. O´Donnell.

El viejo, disimulado e interesado mutismo de estos firmantes, los ha revelado como sumisos cómplices del pacto de silencio, y su reciente impugnación colectiva los exhibe como despechados por haber perdido la hegemonía prebendaria en la actual ventanilla del poder y también los muestra desesperados por frenar la deserción de su propia feligresía.

La lista de prebendados en el campo de las ciencias sociales, el año del otorgamiento y los montos correspondientes, aunque muy incompleta, pues cada uno de ellos se repite reiteradamente con distintos montos en otros años, sigue en el Apéndice I:

Apéndice I

Lista de Científicos Sociales Subsidiados por la Agencia o ANPCYT (2002-2009)

Apellido  Nombre Año Monto en pesos

Aboy Carlés, Gerardo 2003 370.049

Albornoz, Mario 2003 199.833

Altamirano, Carlos 2006 135.576

Barrancos, Dora 2004 208.000

Barsky, Osvaldo 2002 104.062

Bellelli, Cristina 2004 203.000

Bortagaray, Juan Manuel 2002 210.000

Braun, Miguel 2005 157.000

Burucúa, Gastón 2004 205.281

Caimari, Lilia 2005 153.625

Calvo, Adriana 2005 276.000

Cavarozzi, Marcelo 2004 204.000

Chiaramonte, José Carlos 2004 150.508

Cullen Soriano, Carlos 2006 207.000

Da Orden, María 2006 160.337

Di Stefano, Roberto 2005 207.000

Ferreyra, Ana Inés 2004 130.000

Gallo, Klaus 2004 134.000

Gelman, Jorge 2006 210.000

Gerchunoff, Pablo 2007 150.000

Girbal, Noemí 2002 210.000

Grimson, Alejandro 2006 202.151

Guariglia, Osvaldo 2006 174.667

Gutiérrez, Ramón 2003 195.834

Hora, Roy 2005 160.000

Idoyaga Molina, Anatilde 2006 210.000

Jelin, Elizabeth 2006 209.688

Kreimer, Pablo 2003 195.250

Lorandi, Ana María 2005 157.000

Mallimacci, Fortunato 2004 362.186

Miotti, Laura 2006 210.000

Moreyra, Beatriz Inés 2004 209.738

Moure, Jose Luis 2006 180.000

Naishtat, Francisco 2004 167.000

Neffa, Julio 2002 160.000

Novaro, Marcos. 2005 326.000

Oszlak, Oscar 2005 94.000

Palacio, Juan Manuel 2005 124.000

Palermo, Vicente 2007 113.000

Palomeque, Silvia 2005 135.128

Plotkin, Mariano Ben 2006 208.000

Podgorny, Irina 2006 162.000

Puiggrós, Adriana 2005 204.000

Rapoport, Mario 2007 257.900

Riquelme, Graciela 2007 158.000

Rocchi, Fernando 2005 175.000

Rofman, Alejandro 2004 135.000

Romero, Luis Alberto 2006 195.000

Rubinich, Lucas 2007 158.000

Salvatore, Ricardo 2002 160.000

Santa Cruz, María Isabel 2006 182.292

Svampa, Maristella 2004 210.000

Tarragó, Myriam 2005 210.000

Teubal, Miguel 2002 185.000

Torrado, Susana 2004 120.000

Trinchero, Héctor 2003 170.000

Visacovsky, Sergio 2006 143.488

 

Fuente: lista publicada en el sitio web de la Agencia Nacional para la Promoción Científico-Tecnológica or ANPCYT, al presente misteriosamente desactivada

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.