Sociopolítica

La prótesis del Rey

EL CRISOL    –    Pascual Mogica Costa

      

          Transcribo textualmente lo que sobre nuevos “ajustes” en Sanidad, dice la prensa: “Los usuarios de la Sanidad Pública tendrán que pagar parte de las prótesis, los productos dietéticos e incluso el transporte sanitario no urgente de acuerdo con el decreto que publica hoy el BOE, que considera estos productos y actividades como “servicios accesorios” sujetos a aportación por parte del usuario”. A este digo yo que por lo visto una prótesis de rodilla, de cadera o de otra parte de nuestra anatomía es “accesoria”. Si esta “aportación”, pagar parte de la prótesis, resulta muy cara,  creo no exagerar si digo que en España vamos a ver a muchos ciudadanos tullidos. En cuanto al transporte sanitario habrá que ver que causas tienen que provocar su uso para que este sea considerado como “urgente” y por tanto sin que le cueste dinero al paciente o a su familia. A partir de ya, el desplazamiento desde cualquier población a otra donde se encuentre el centro hospitalario para las sesiones de diálisis y quimioterapia será a cargo del paciente. Esto puede que se considere, un servicio “accesorio”· y no vital para la salvaguarda de la vida de las personas que reciben estos tratamientos. No sabemos quién pagó el avión, medicalizado o no, pero sí fletado especialmente para traer al Rey desde Botsuana a España. Sería muy interesante saberlo.

    A usted querido lector le habrá ocurrido lo mismo que a mí cuando ha leído la noticia, sin duda alguna habrá pensado en la prótesis de cadera que le han colocado al Rey y si este ha tenido que pagar por ello. De todos modos si la ha pagado de su bolsillo, bolsillo que se nutre de los impuestos que pagamos todos los españoles, la prótesis en cuestión le ha salido gratis al monarca. Al resto, a los contribuyentes, les cuesta una “pasta” si tienen que colocarles alguna pieza de “recambio”.

     También se habrá percatado usted, querido lector, de que la “voladura” del Estado del Bienestar se va haciendo de forma muy rápida mediante el uso del decreto. Aquí está la cosa clara, unos a pagar y otros a disfrutar. Pero es curioso, resulta que los políticos son los menos perjudicados por estos “ajustes” a lo sumo algunos han visto sus sueldos congelados, que con los opíparos salarios que perciben ya se pueden permitir el lujo de congelarlos. Los “ajustes” siempre perjudican al más débil. Cuando hay dos instituciones públicas en España, Senado y Diputaciones Provinciales, que no sirven absolutamente para nada y que nos cuestan un buen pico a los contribuyentes, a nadie se le ocurre “ajustarlas”, borrarlas, de un plumazo, en este caso modificar la Constitución, que no es tan difícil ya lo hicieron entre Zapatero y Rajoy no hace mucho sin contar para nada con la ciudadanía. Cuando se quiere las cosas se hacen rápidamente. Decía hace unos días el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, que se fueran olvidando los funcionarios del “cafelito” y de leer el periódico, esto podrá haberlo hecho extensivo a los senadores y a los diputados provinciales. Ya en su día Zapatero propuso a Rajoy el modificar las funciones del Senado haciendo que este fuera verdaderamente una cámara de representación territorial, todo ello con el fin de que sirviera para algo más que para dar un mal ejemplo de cómo se puede vivir de la política sin hacer nada. Rajoy no aceptó el envite y por tanto seguimos dando un sueldo a 266 senadores y a centenares de diputados provinciales y todo lo que ambos cargos llevan detrás, sin que se sepa que es lo que están haciendo realmente y cuando esto  ocurre, la incógnita de si se hace o no sé hace, es porque en realidad no se hace absolutamente nada.    

     Hace pocos días mi familia y yo hemos tenido la gran satisfacción de contar con un nuevo miembro, con una nieta preciosa, no es que yo lo diga, es que es verdad, que suele comer muy a menudo y es por esto por lo que le dije a mi hijo a mi nuera: “Esta cuando sea mayor se va a dedicar a la política” “¿por qué?” me preguntaron ambos, “es que no lo veis, les dije, siempre está agarrada a la teta”. Alguien dijo que la democracia era cara, no fue muy exacto pues a mi modo de ver lo que resulta cara es la libertad. Cierto es aquello de que la democracia significa libertad, pero es que hay democracias que no van más allá de concederle al ciudadano el derecho al pataleo. No sé si se me va a comprender bien lo que quiero dar a entender con respecto a lo que nos está ocurriendo a los españoles. Siglos lleva la clase obrera intentando conseguir mejoras sociales y económicas y con cuatro decretos te las quitan todas de la noche a la mañana.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.