Economía

Crisis luego déficit vs. Déficit luego crisis

 Llegados a este punto de ensalzamiento supremo de la austeridad como medida única de todas las cosas, no nos queda otra que hacer un repaso del origen de la crisis, de las causas de su alargamiento inusual, para poder comprender las consecuencias y, a partir de ese momento, poder aplicar las medidas adecuadas que permitan iniciar una recuperación real.

El axioma ortodoxo que defienden desde Alemania y al que parece apegado Mariano Rajoy, al menos en la retórica pública, porque todos saben de sus intentos de reducir en algún punto la ortodoxia suprema de Merkel, el axioma ortodoxo, te decía, nos lleva de la mano a intentar reducir el déficit bajo el pensamiento de que ha sido éste el que ha creado la crisis. Bajo esta argumentación tendría sentido pensar que reduciendo el déficit público se podría salir de la crisis. Pero, una vez más, la solución es equivocada porque el diagnóstico es errado.

La única verdad, y nadie me quitará la razón, al menos no desde una posición sostenible, es que el déficit público no creó la crisis sino que fue exactamente al revés, la crisis creó el déficit público. La brusca caída de ingresos provocada por el parón de la actividad económica hizo que la balanza entre gastos e ingresos perdiera su equilibrio agravando la percepción de los primeros ante la práctica inexistencia de los segundos.

Por tanto, el verdadero objetivo debería de ser la búsqueda de la recuperación de los ingresos, dentro de una política, por supuesto, de austeridad y de eficiencia, dos valores que no deberían de ser exclusivos de los tiempos de dificultades, sino acompañar siempre a toda actividad de gestión pública. El regreso a las teorías keynesianas, debidamente actualizadas a los tiempos que corren, debería de ser la solución a la crisis. Incentivando la economía se generaría actividad y de esa forma se recuperarían parte de los ingresos públicos que ayudarían a equilibrar las cuentas públicas.

Austeridad y eficiencia, sí, pero siempre, no sólo en estos tiempos de crisis, e incentivos públicos a la actividad económica sí, siempre, pero más en estos tiempos de crisis.

 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.