Economía Sociopolítica

Los costos visibles y ocultos del desempleo

El empleo es un indicador importante de inversión, producción, certeza jurídica, economía sana y ello implica, necesariamente un gobierno responsable, pues el gobierno no genera empleos productivos, pero si puede generar un ambiente propicio para la inversión.  También el empleo produce en las personas un ambiente de realización y felicidad –bienestar, realización, etc. – algo que se ha discutido en la Unión Europea. Y parafraseando a W. Deming, diríamos que el empleo un factor multiplicador positivo en la salud emocional y la felicidad de las familias.

El desempleo tiene un costo económico y un costo emocional –regularmente no considerado por los economistas, y poco peleado por los psicólogos y los consejeros familiares-.

El costo económico del desempleo –y en este caso no entraremos a estudiar sus orígenes- es alto: Se pierde dinámica en la económica, dado que reduce el poder adquisitivo de la población; se pierde competitividad; se da la fuga de cerebros –los mas cultivados académicamente migran por razones económicas-; muchas empresas cierran sus puertas y se pierden más puestos de trabajo.

Los costos sociales del desempleo son altos, pero por la falta  estándares, los economistas tienden a ignorarlo por completo: Aumenta la tasa de suicidios, alza en los accidentes de tránsito, aumento en la tasa de divorcios o separaciones; daño emocional permanente.

“La OIT ha advertido sobre el riesgo de una generación de trabajadores jóvenes “marcada” por una mezcla peligrosa de alto desempleo, creciente inactividad y trabajo precario en los países desarrollados, y de un aumento de trabajadores pobres en el mundo en desarrollo”.[1]  Y como consecuencia, esa precaria actividad y ocio, propende a participar en actividades delictivas, consumo de drogas, riñas y la organización  delictiva.

En un estudio realizado se estima que el costo de la delincuencia en los países es del 7.5% del PIB –modelado en Francia- y supone que si este país mantiene tasas que oscilen entre un 4 y 10 % de desempleo, tendremos que considerar que por cada 10 % que se aumente la tasa de desempleo el costo del impacto de  la delincuencia en el país tiende a multiplicarse por 2. Consecuencia visible a mediano plazo: empobrecimiento de los países que no pudieron manejar el desempleo.

Las consecuencias del aumento del desempleo pueden variar de país a país, pero hay algunos aspectos que vale la pena observar.  Los desempleados no hacen consideraciones racionales de grupo, hay una singularización de su problema, no caben explicaciones para su caso, solo la solución o el problema.  El desempleo genera un stress difícil de manejar y puede buscar formas de superarlo: Economía informal, creatividad para la generación de nuevas formas de producir, mejorar en el logro de competencias para el trabajo –y trabajo en este caso puede ser una labor productiva en una fábrica o aprendiendo a usar armas para ser eficientes  el siguiente empleo-.

Ese 7.5 % del PIB de cada país que cuesta la delincuencia debe ser considerado para aquellos dirigentes políticos ingenuos o severos que creen firmemente que el apretar el cinturón es solo cosa de días y que mañana, simplemente mañana todo estará resuelto, pero si no se toman en cuenta estos altísimos costos sociales la factura será alta y con sus intereses, probablemente, muy alta para el futuro.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.